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En el Estado de Michoacán se acostumbra trasquilar a los borregos dos veces al año; generalmente en los meses de marzo y octubre dependiendo del frío. Eso produce dos lotes de lana que se conocen como lana de las secas y lana de las aguas. La de marzo contiene bastantes semillas del otoño que hay que limpiar muy bien a la hora de la lavada y cardada. La de octubre casi no contiene semillas, pero tiene bastante lodo y cascária y por lo tanto requiere de una lavada especialmente profunda. Así que los primeros pasos después de trasquilar los borregos son seleccionar la lana, lavarla, barillarla y cardarla. Después se hila dependiendo del color que puede ser crudo (blanco natural), café muy oscuro llamado negro natural por ser lo más negro que da un borrego, y tonos de gris que se logran mezclando la lana cruda con el negro natural. Cualquiera de estos tonos puede ser teñido con anilinas o con plantas dependiendo del color deseado y de las plantas disponibles en cada temporada.
En el Estado de Michoacán se acostumbra trasquilar a los borregos dos veces al año; generalmente en los meses de marzo y octubre dependiendo del frío. Eso produce dos lotes de lana que se conocen como lana de las secas y lana de las aguas. La de marzo contiene bastantes semillas del otoño que hay que limpiar muy bien a la hora de la lavada y cardada. La de octubre casi no contiene semillas, pero tiene bastante lodo y cascária y por lo tanto requiere de una lavada especialmente profunda. Así que los primeros pasos después de trasquilar los borregos son seleccionar la lana, lavarla, barillarla y cardarla. Después se hila dependiendo del color que puede ser crudo (blanco natural), café muy oscuro llamado negro natural por ser lo más negro que da un borrego, y tonos de gris que se logran mezclando la lana cruda con el negro natural. Cualquiera de estos tonos puede ser teñido con anilinas o con plantas dependiendo del color deseado y de las plantas disponibles en cada temporada
Con información e imagen de Visit Michoacán
