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¡Ah que “El Mosh”! // By Juriath Cervantes

Juriath Cervantes 02

Por Juriath Cervantes

QUE, HABLANDO DE MAESTROS, ALEJANDRO ECHAVARRIA ZARCO, MEJOR CONOCIDO COMO “EL MOSH”, ES TODO UN EJEMPLO …pero de lo que no se debe hacer.

Primero, en la escuela donde supuestamente da clases en el nivel de Educación Básica para Adultos, en el municipio de Álvaro Obregón ¡no lo conocen!. Peor aún, en el horario que según eso cubre como docente, la escuela permanece cerrada, según narraron vecinos a medios de comunicación que en enero pasado se dieron una vuelta por ese lugar para dar cuenta del perfil docente de “El Mosh”.

Segundo, donde sí se le vio fue en la toma que maestros de la CNTE hicieron en las oficinas centrales de la Secretaría de Educación en el Estado, también en enero de este año, por lo que fue detenido junto a otros de sus compañeros paristas.

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QUE UN JUEZ LES DICTÓ MEDIDAS CAUTELARES, LAS CUALES “EL MOSH” SE HA PASADO POR EL ARCO DEL TRIUNFO, fiel a las causas, formas y esquemas centistas.

Más tardó en salir de la cárcel de Mil Cumbres –a donde fue llevado para que le resolvieran su situación jurídica-, que en volver a las andadas. En vez de, ahora sí, estar frente a grupo, se le vio marchando campantemente por la Avenida Madero junto a varios otros maestros de la CNTE exigiendo el pago de (más y más) bonos.

“El Mosh” violó con ello las medidas cautelares dictadas por el juez que lleva su caso, una de las cuales señala que no podrá participar en movilizaciones que afecten a terceros. Y claro, ahí entran las ya clásicas, permanentes y sistemáticas marchas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación que le rompen a los morelianos toda …la rutina.

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QUE POR ESTAR EN LAS CALLES Y NO EN LAS AULAS, ESTE PERSONAJE QUIERE SEGUIR COBRANDO SUS SALARIOS Y BONOS CON CARGO AL ERARIO, nada despreciables para quien fue fichado a nivel nacional tras encabezar a finales de 1999 y principios del 2000 una toma de 10 meses en la UNAM.

Su ingreso en la nómina educativa de Michoacán hay que agradecérselo al gobierno de Leonel Godoy; eran tiempos en que la CNTE dictaba la política educativa del estado y controlaba cada puesto de mando de la Secretaría de Educación.

Graciela Carmina Andrade García Peláez era la entonces titular de la SEE, y ella junto con sus subordinados le abrieron la puerta a Echavarría Zarco, a quien contrataron como maestro sólo con acreditar estudios de bachillerato.

Por cierto que el certificado que presentó fue expedido por la Universidad del Valle de México, campus Tlalpan, con un promedio general de 8.7.

El tercer semestre fue –como hoy devengar su salario dando clases- el coco de este mimebro de la CNTE. En las materias de Inglés, Métodos de Investigación, Filosofía, Química y Física, no logró superar el 7 de calificación.

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