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Acompañada de su hija Eridani, la señora María tiene 30 años acudiendo al Santuario de la Virgen de Guadalupe de Morelia.
“Venir a ver a nuestra madre, es una cosa preciosa, porque aunque seamos malos, ella nos da mucho la mano, yo he tenido mucho problemas y le he pedido mucho”.
Con 11 hijos de familia, dice que ser devota de la Morenita le ha traído bienestar, pues a pesar de que ha estado delicada de salud, su fe la tiene de pie, cumpliendo como cada año, su paso por la Calzada Fray Antonio de San Miguel, para postrarse a los pies de la Guadalupana.
“Siempre acudimos a ver a la Virgen, venimos el 11 en la noche a traerle las mañanitas, soy devota porque me ha hecho muchos milagros y yo le estoy muy agradecida, incluso más ahora que estoy un poco delicada de salud, pero aquí ando”.
Visiblemente emocionada porque a sus 80 años aún puede andar en los caminos de la fe, la señora María reafirma que la Virgen de Guadalupe siempre le ha escuchado en sus ruegos, pues en momentos difíciles de salud, ha recibido milagros que le impulsan a salir adelante.
“Mientras pueda caminar y la Virgen me acompañe, yo seguiré viniendo a verla”, expresa.
