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Profesionistas desempleados: una carrera de obstáculos // By @GladisLopezB

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Por Gladis López Blanco

El camino hacia el desarrollo de la economía familiar y además nacional, está sostenido en las oportunidades de progreso, entre ellas, la oferta de empleo, y con eso, el crecimiento productivo, la reducción de desigualdades y la disminución de conflictos sociales, serían característicos de una economía dinámica y estable.

¿Qué sucede cuando es más la demanda, cuando es inexistente el aumento de mercado laboral? Respuesta: Lo contrario. El desempleo es uno de los fenómenos sociales que más se ha instalado en esta época junto al aumento de la informalidad, más trabajadores sin prestaciones y un futuro incierto.

A la crisis laboral, se suman aquellos que después de tanto buscar, encuentran empleos de mala calidad, se desempeñan en áreas que no tienen que ver con su preparación, no cuentan con oportunidades de ascenso, tienen bajas remuneraciones y además, enfrentan poco reconocimiento por parte de sus superiores.

Son muchos los mexicanos en busca de un buen empleo y por supuesto una vida mejor. Las políticas y las prácticas económicas, reflejan débiles resultados que no atraen inversión y por ende, menor generación de cargos sólidos y más empleos temporales, que volverán a dejar al trabajador desocupado.

En México, son confusos los indicadores de desempleo; mientras el INEGI, indica que 60.1 por ciento de la población de 15 años y más, es económicamente activa, también se contabiliza que de los 3.1 millones de jóvenes con título universitario, dos de cada cinco no han conseguido trabajo.

Asimismo, de acuerdo con un estudio de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Media Superior (ANUIES), alrededor de 300 mil egresados universitarios enfrentarán un problema de desempleo durante esta década si la economía no aumenta su nivel de crecimiento.

El reporte de la ANUIES, indica que existe un gran desequilibrio en el mercado laboral, pues las empresas han aprovechado la situación para contratar personal calificado con un bajo sueldo, lo que implica una relación no proporcional a la productividad del trabajador.

Tal parece que en México ya no es una ventaja la preparación y un título universitario no hace la diferencia para reducir las brechas de desigualdad ante la falta de oportunidades y los muchos aprovechados de la necesidad. No cabe duda que hacen falta cambios de gran alcance para transformar la economía y conseguir cambios favorables para la sociedad que agujeren su bolsillo. Es mi opinión…

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