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Y el festejo se prolongó… hasta pasadas las 4am, poco más de mil morelianos continuaron celebrando al ritmo de los cánticos animados por la banda de los “Musicanarios”, en los alrededores de la emblemática fuente de Las Tarascas, el triunfo-permanencia- clasificación a la liguilla de Monarcas tras su cardíaco triunfo de visita ante el Monterrey.
Para alrededor de las 3:30am el autobús del equipo arribaba al primer cuadro de la capital michoacana por la calzada Madero, para cruzar los arcos del Acueducto que esta vez, al estilo europeo, fungieron como arcos del triunfo, con los jugadores cruzandolo sentados arriba del techo del camión.
Al frente del transporte, el entrenador Roberto Hernández recibía los muchos agradecimientos de parte de los aficionados; en el techo, Lazcano, Sosa, Vilchis, pero sobre todo Ruidiaz, se llevaban las porras, los cánticos, los vitores ante una afición que celebraba como si hubiera obtenido un campeonato, explotando de júbilo entre six de cervezas, caguamas, y los colores rojiamarillo ondeando en banderas, bufandas, playeras, y la tradicional porra de “1-2-3 Alabio alabao Morelia Morelia rarara!”.
Un año de presión y estrés fueron soltados la madrugada de este domingo, tanto por parte de aficionados como de jugadores, quienes al pasar por Las Tarascas, y en un segundo momento al llegar a la altura de la Catedral, vivieron instantes catárticos, de eso que quedarán en la historia del club.
“Seguro ganamos Xolos, Morelia es el caballito negro de esta liguilla!” pronunció confiado Julio César, quien en silla de ruedas acudió al festejo callejero mismo que inició una vez dado el pitazo final en Monterrey, en buena parte por el Fanfest que colocó el Ayuntamiento para disfrutar el juego en la plaza Morelos, a escasos 500 metros de Las Tarascas.
Niños, madres de familia, pero sobre todo chavos y chavas le dieron ritmo, color y ambiente a una noche mágicamente futbolera en la zona, esperando ver a sus jugadores convertidos en héroes, y a quienes en un momento de su trayecto se les pidió descendieran un momento para convivir con ellos, situación que no se produjo.
El autobús de Monarcas se enfiló por toda la avenida Madero para dirigirse hacia el estadio Morelos para romper concentración, y al final, un conato de bronca se suscitó entre algunos porristas con agentes policiales quienes buscaron despejar la vía para que el camión pudiera seguir su curso ya sin ser obstaculizado por algunos aficionados que ya lucían embriagados.
Sin embargo, este domingo Morelia amanecerá manteniendo un equipo en la primera división, y muchos con una gran cruda tras los prolongados festejos que seguro continuarán este domingo.
