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El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, afirmó que las 
condiciones de violencia que se viven en el país se deben a las drogas ya que el narcotráfico es una ocupación que representa fama.
En su discurso en la Firma del Convenio del Programa de Derechos Humanos de Michoacán, el sub secretario de Gobernación puntualizó que la mayor problemática que impulsa la violencia en el país son las drogas, y que la falta de trabajo es parte de la problemática que dirigen a la vida del narcotráfico.
Como ejemplo de la magnitud de esta ocupación puso el caso de la fama que representa la figura de Nazario “El Chayo” Moreno González, nombre que la mayoría de los michoacanos conocen.
Tras una breve semblanza de Nazario Moreno, de quien dijo se fue a trabajar a California a los 15 años y en 1988 cumplió los 18 años en Estados Unidos. Escribió y publicó su biografía, un libro pequeño que circuló en el 2011, hecho que muestra la facilidad o preferencia del tráfico de drogas como una muestra clara de las características y el tamaño de este reto.
“Un michoacano que se convertido en una leyenda, en Michoacán todos los conocen” comentó el titular que “se fue para trabajar como brasero y regresó para ser narcotraficante”, especificando también la falta de trabajo que hay en México y su influencia hacia el oficio de las drogas.
Otro problema que enfrentan los derechos humanos son los retos que se tienen al tener una frontera con un país que consume una gran cantidad de drogas, mencionó Campa.
Cifrián también detalló cuatro aspectos distintos tenemos como retos extraordinarios:
- La desaparición
- Temas vinculados con la tortura
- Uso legítimo de la fuerza
- Protección, defensores de derechos humanos
Estos retos tienen que ver directamente con el tema de las drogas y “no podemos detenernos hasta no acabar con las condiciones que ponen en riesgo a los derechos” dijo.
