La política más cerca del cielo que de la tierra // By @ManuelOchoa_
Por Manuel Ochoa
La visita del Papa Francisco a Michoacán fue emotiva, llena de sentimientos y positivismo. El Encuentro con Jóvenes en el Estadio Morelos resultó ser el mejor evento durante toda la gira papal, el recorrido por las calles del centro sin duda demostró la riqueza cultural e histórica de la ciudad. Sin embargo la visita del Papa también nos demostró la burbuja en la que la vive la élite político-económica de este Estado, una burbuja que nubla la vista sobre los problemas reales y da sentido de superioridad, realeza y elitismo.
Diversos estudios psicológicos demuestran que individuos con cierto sentido de poder son menos proclives a generar empatía con otros seres humanos. Los políticos y/o altos funcionarios, por la naturaleza de su trabajo, son más propensos a tener una percepción psicológica de ser poseedores de poder, lo que les dificulta tener una perspectiva real del ciudadano que se ve afectado por sus decisiones.
A medida que el político tiene más y más posiciones de poder se vuelve menos propenso a “ponerse en el zapato” de un ciudadano común. La teoría de identidad social estudiada y propuesta por el psicólogo Henry Tajfel, describe como una vez que una persona se ha identificado con cierto grupo, el sentido de pertenencia afecta significativamente sus actitudes y comportamientos. El individuo desarrolla una imagen positiva de su grupo y le es más complicado empatizar con quienes se encuentran fuera de ese grupo, influyendo en su juicio.
Un político michoacano de alto rango pasa gran parte de su día entre miembros de su misma clase política y con representantes de otros grupos de élite, por lo que desarrollan un sentido de pertenencia hacia una élite política-económica. Los actores que forman parte de esta élite tiene una importante influencia en el diseño de las políticas públicas de los tomadores de decisiones, al final de cuentas el ciudadano común se ve afectado por estas decisiones basadas en grupos de interés con una perspectiva poco clara de los problemas reales del ciudadano común.
En el recibimiento al Papa en el aeropuerto de la ciudad, la élite política michoacana se encontraba en un solo lugar, entre sus pares, cada uno con lugar asignado y con el jefe de su clase, el Gobernador, presentándoles al primer Obispo de Roma. Esta clase de privilegios hacen más compacta y cerrada la perspectiva de la élite michoacana, es difícil entender al ciudadano común que durmió afuera de catedral o afuera del Estadio para poder tener un breve momento con el Papa Francisco, cuando se tiene un “área VIP” reservada y con acceso privilegiado como sucedió ese día.
Tan solo basta ver dos notas posteriores a tal recibimiento “Gobernador De Michoacán Dispuso Helicópteros Para Trasladar A Su Familia A Visita Del Papa” (http://www.changoonga.com/gobernador-de-michoacan-dispuso-helicopteros-para-trasladar-a-su-familia-a-visita-del-papa/), “Belinda Usó Helicóptero De Seguridad Pública De Michoacán Para Llegar A Morelia A Ver Al Papa” (http://www.changoonga.com/belinda-uso-helicoptero-de-seguridad-publica-de-michoacan-para-llegar-a-morelia-a-ver-al-papa/) o ver el Periscope del Gobernador un día antes de la visita cuando un funcionario aparentemente encargado de la logística de recibimiento le indica al Gobernador: “esta es el área VIP”.
Analizando este sentido de elitismo y realeza permite entender, más no justificar, como políticas públicas mal diseñadas como el reemplacamiento y un gobierno que llega de un partido de izquierda pero que en ningún momento se ha visto un proyecto de Estado que incluya aspectos ideológicos socialdemócratas o neo-socialistas, son hoy en día una realidad en Michoacán.
Tal parece que la epidemia del “Mirreynato” como define el escritor Ricardo Raphael a aquel ser humano que se siente o percibe a sí mismo por encima del resto de los mortales, trasciende colores, partidos y orígenes.
¿Tan complicado es que los altos jerarcas políticos entiendan el poder e inteligencia del ciudadano al que se la da una oportunidad de incidir? El nivel de desconfianza de los ciudadanos en la política es altísimo, basta con revisar algunas estadísticas al respecto, y aún así siguen buscando alejar la política del ciudadano común, llevándola más cerca del Olimpo y más lejos de la tierra de los hombres comunes.
Hay que recordar algunas frases del Papa Francisco durante su visita:
“No se necesitan príncipes sino una comunidad de testigos del señor”
“La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficios de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia, e incluso, el tráfico de personas”.
“No se dejen corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos debajo de la mesa; no pongan su confianza en los «carros y caballos» de los faraones actuales”
Twitter: @ManuelOchoa_
