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Chon apuesta los calzones// By @gaaelico

editoriales
Toño Aguilera columna
Por Antonio Aguilera

En lo más profundo de la selva amazónica vive el animal más venenoso de la Tierra: las ranas dardo, la cual mide apenas unos 5 centímetros y tiene veneno suficiente como para matar a diez hombres adultos si la tocan. Son tan venenosas que ni siquiera ellas mismas pueden tocarse la piel, porque la toxina las mataría de forma inmediata. Por eso, los indígenas Emberá de Colombia usaron durante siglos este poderoso veneno para untar las puntas de los dardos que disparaban con sus cerbatanas, de ahí el nombre de esta especie.

No sabemos si aparte de sus estudios truncos en Ingeniería Química, el candidato del PRI a la gubernatura exploró la zoología, pero lo cierto es que para lanzar los dardos venenosos, Orihuela impuso en la dirigencia estatal del PRI a un personaje lo más parecido a la rana venenosa del Amazonas. Pero tan fuerte está resultando su veneno, que ya amenaza con intoxicar a los de su propio partido y a la campaña del candidato mismo.

Agustín Trujillo Iñiguez es sin duda el más gris de los Senadores de la República que Michoacán ha tenido en toda su historia, y más que eso, es un inexcusable aviador que cobra en la Cámara Alta un sueldo de más de 250 mil pesos mensuales pero sin trabajar, porque que no ha asistido a ninguna sesión en los últimos dos meses, no ha presentado una sola propuesta en beneficio de Michoacán y no ha hecho ninguna gestión en favor de los habitantes del estado.

Su papel como Senador suplente de Ascensión Orihuela no fue para apoyar a los michoacanos, fue puesto allí como el último francotirador de un ejército mermado y en franca retirada que es el priísmo estatal.

Trujillo Iñiguez es subordinado fiel a Orihuela Bárcenas, y no en pocas ocasiones ha asumido el papel de sparring político para sortear los golpes dirigidos a su jefe. No por nada es su suplente en toda suerte de aventuras y negocios.

Sin embargo, esta dualidad del nuevo rostro del PRI michoacano, encierra dos manifestaciones características de la bipolaridad política, tan en boga en estos días: un día se enfundan en el traje del estadista y se asumen como hombres preclaros, esbozando escenarios de profunda transformación social, de apertura y tolerancia; pero otro día salen con la espada desenvainada, y llaman a crucificar a todos aquellos que no comulguen con sus ideas. Un perfil así es típico de los dictadores y de aquellos regímenes que optan por la represión y la persecución a quienes consideren sus adversarios.

Es por eso que Orihuela suele echar mano de Trujillo para lanzar los dardos más envenados, polarizar, polemizar y cuando se requiera, morder a sus adversarios. Así lo ha venido haciendo con Fausto Vallejo, quien ya le puso el mote del cual va a salir con el estigma de esta campaña: “perro de barrio”.

Pero cuando la perra es brava…

No contento con ello, el PRI insiste en la campaña negra en esta elección, y la catapulta del lodo ha sido manejada en todo momento por Trujillo Iñiguez.

Alumno en las artes de la alquimia políticamente tóxica del colimense Fernando Moreno (otro clásico porro del PRI), Agustín Trujillo fue enviado a jugar la última carta del orihuelismo en esta campaña, en la cual Chon ya optó por apostar hasta los calzones: recurrió a un viejo audio del 2011, en donde Horacio Morales Baca «El Perro», jefe regional del cártel de La Familia en la región de Tuzantla, amenaza con incendiar casas y asesinar a quienes no votaran por el PRI y su candidato a la Alcaldía de Tuzantla, Julián Rodríguez Rosales, quien finalmente ganó los comicios.

En dicho audio, el criminal –que fue abatido en febrero del 2012- acusa que Servando Gómez Martínez habría financiado la campaña del PRD en el 2011.

La vinculación que pretende Trujillo –y a través de él Chon Orihuela- es tan forzada, como la acusación de la que fue señalado el propio candidato del PRI por parte de La Tuta, en el video que dio a conocer Televisa la semana pasada.

En este caso, el PRI pretende darle valor de testimonio a las palabras de un criminal que llamó a votar por el PRI, y sobre todo cuando en esa elección pareciera que el PRI logró acuerdos con todos los grupos delincuenciales para garantizar al triunfo e impedir una elección de estado por parte de Felipe Calderón.

Con la difusión de éste audio, el PRI basa sus últimas esperanzas de tratar de ganar terreno, sobre todo después del debate, en donde Ascensión Orihuela fue el candidato más estancado y no ha logrado recuperar el ritmo del inicio de la campaña electoral.

Sin embargo, no ha tenido el efecto esperado, ya que más allá de algún vocero despistado del orihuelismo, que profiere puntos de vista propagandísticos, más no periodísticos, lo cierto es que la “prueba” adolece de sustento real, y por ende fenece por su fragilidad.

Orihuela juega sus últimas cartas, y ya no siente el mismo respaldo que decía sentir de los suyos, quizás por eso, pronto pudiera estar desayunando junto a Luisa María Calderón en el café de los corazones rotos, compartiendo soledades políticas.

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