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Ya se torna alarmante lo que ocurre al interior del parque zoológico Benito Juárez de la capital michoacana respecto al manejo de sus ejemplares. Apenas la semana pasada murió una elefante en extrañas circunstancias aún no aclaradas, y esta vez brota una nueva denuncia ciudadana sobre el fallecimiento de una hembra de antilope y su cría que no pudo nacer por falta de atención veterinaria.
Además de varias denuncias del caso, a Changoonga.com llegó material gráfico y evidencias de la muerte del animal, suscitado el viernes pasado a la vista de varios paseantes quienes fueron los que dieron aviso a los trabajadores del zoológico lo que ocurria con la antilope que comparte espacio con las jirafas, la cual mostraba signos extraños de comportamiento, como caminar en circulos mirando hacia el otro lado de su andar.
“Nos fijamos que ese antílope tenía algo en el cuello que luego observamos, era sangre. Caminaba muy raro y en círculos con la mirada perdida. Ahí fue cuando nos percatamos que pasaba algo malo. Tenía sangre en el cuello y sangre que salía de su vagina” narra el denunciante.
Otro testigo de la situación contó que se les pidió a unos trabajadores del zoológico sentados en una jardinera próxima que hicieran algo pero no se movieron. Al final acudieron a ver al animal pero sólo como espectadores “y entonces empezamos a reclamarles más gente que estabamos ahí y por fin hicieron como que la auxiliaban. Nos dimos cuenta entonces que iba a tener una cría pòr la cantidad de sangre que le salía. Pasó una media hora de que la estaban atendiendo cuando se les murió”.
Este medio trató de contactar al director del zoológico Ezequiel Chávez para conocer su versión de los hechos pero fiel a su estilo inaccesible se ha negado a tomar las llamadas.
Este fin de semana cirqueros y animalistas protestaron ante las puertas del parque y exigieron respuestas por la muerte de Merry, elefante proveniente del circo Hermanos Fuentes Gasca -aunque en principio el zoológico lo negó- la cual oficialmente falleció de un paro cardíaco- aunque existen evidencias de trato inadecuado al animal. Los directivos del parque se han mostrado herméticos para transparentar dicho caso.
A ello se suman denuncias de propios trabajadores del parque que señalan que los lobos marinos padecen por una situación de grave descuido, junto con el ya conocido caso de Yupìk, la osa polar que vive en deficientes condiciones, y anteriormente la venta de animales exóticos incluso en peligro de extinción destinados a circos.
