Nuestra Feria Zitácuaro 2015, «la más bonita»// By Salatiel Arroyo
Por: J. Salatiel Arroyo Zamora
En Zitácuaro, históricamente el inicio de un nuevo gobierno municipal, era evaluado con la realización de la Feria del 5 de Febrero. Tradición que data desde hace más de un siglo y que iniciara con una festividad religiosa, que a la postre coincidiera con la promulgación de nuestra Carta Magna. En otro tiempo, desde el mes de noviembre, una vez con la constancia de mayoría en su poder, el presidente municipal entrante y su futuro gabinete se avocaban en la organización de la más grande fiesta del pueblo, conscientes que esa tarea representaba la primera acción de gobierno que sería calificada por la población.
Por su parte, los ciudadanos expectantes revisaban meticulosamente el desarrollo del tradicional evento, para conocer la creatividad, capacidad organizativa, talento y transparencia del nuevo gobierno; pues esas cualidades podrían ser el sello distintivo, que caracterizara durante todo el mandato a las autoridades entrantes. Por ello el empeño que los gobiernos municipales siempre pusieron para que la fiesta más grande de los zitácuarences fuera exitosa; pues, ese éxito los seguiría durante todo su periodo y en ocasiones la victoria transcendía más allá de un trienio.
Pero en enero del 2013, de manera autoritaria, sin consultar a los zitácuarences, por capricho del presidente Juan Carlos Campos Ponce, el cabildo aprobó por “unanimidad” el cambio de la fecha de feria, eliminando así una tradición de más de 110 años, culpando al frio, lluvias atípicas y falta de tiempo para organizar el evento, ya que días antes el presidente Campos se había ido de viaje al extranjero. Ordenando que también se cambiara al patronato por un comité e imponiendo como presidente, secretario y tesorero a personas extrañas, traídas de Apatzingán y encabezadas por Ricardo Díaz Soto.
TRES AÑOS DE FRACASOS
La dictatorial decisión de cambiar la fecha de la Feria, la ineficiente organización de la misma, la nula transparencia en el manejo de los recursos que se han invertido en su realización y la usencia de informes de las ganancias, han sido prácticas inherentes a la presente administración, en todos los actos de gobierno.
Desde que se modificó la citada fecha, la Expo Feria ha sido un fracaso, que el presidente municipal se ha negado a aceptar. El pasado 6 de febrero, en conferencia de prensa, en la que informó los avances de la organización de dicho evento, insistió en que no se equivocó al haber cambiado la fecha, “pues de haberse llevado acabo la inauguración en los días en que tradicionalmente se realizaba, seguramente se habría suspendido”.
Días antes, en sesión de cabildo, el alcalde informó que para llevar acabo dicha festividad, que él denominó Expo Feria Zitácuaro “La más bonita “, el Ayuntamiento no tenía dinero para sufragar los gastos de organización, pero él si; es decir, el gobierno municipal no tiene fondos, pero dinero le sobra al empleado principal de Zitácuaro, por lo que nos haría favor de convertirse en el “empresario” de todos los eventos y espectáculos, que él arriesgaría su dinero para que los zitácuarences tuviésemos oportunidad de divertirnos en esta última y “la mas bonita” Expo Feria; pues él, a pesar de las criticas mal intencionadas de sus adversarios políticos y personas perversas que sólo buscan perjudicarlo, no se había equivocado al cambiar la fecha de dicha festividad.
Para “desgracia” del alcalde, que pisoteo una tradición, por culpa del frio y la lluvia; pero sobre todo para infortunio de los artesanos y comerciantes que en él creyeron, desde la inauguración la población no asistió, le “hizo vacio” al llamado de la autoridad; algunos para de esa manera expresarle su repudio y la mayoría por que ése día se incrementó el frio, llovió y se suscitó un apagón que se prolongó por dos horas.
Se esperaba que el siguiente fin de semana las condiciones meteorológicas mejoraran, principalmente por que sería quincena y habría mayor derrama económica. No fue así, al contrario, la lluvia y el frio incrementaron y con ello la ausencia de personas que contribuyeran a engordar las cuentas bancarias del alcalde, que ha convertido este evento en su negocio particular. Sin embargo, él ha insistido en que a pesar de las condiciones adversas del clima, la Expo Feria Zitácuaro 2015 ha cumplido cabalmente con los eventos artísticos programados “y, lo más importante, ha contado con la respuesta positiva de los zitacuarences”… Esta afirmación optimista del munícipe tendrá que reflejarse necesariamente en ganancias económicas, que deberá informar, demostrar y aplicar en obra pública; transparentar la inversión, el rendimiento y acreditar que no desvió dinero de las arcas públicas, ni recursos humanos, ni servicios de publicidad y difusión, para favorecer su negocio privado.
DEBEN SALIR DE MICHOACAN LOS DELINCUENTES TRAIDOS POR CASTILLO
Más de 750 michoacanos que ocupaban espacios en la administración pública estatal fueron desplazados (despedidos) de sus empleos, para ubicar en ellos a personal traído del Estado de México (aparte del equipo cercano, de “élite,” que servía directamente a Alfredo Castillo Cervantes, cuya manutención en Michoacán costaba a los contribuyentes más de nueve millones de pesos mensuales) y a pesar de los resultados adversos continúan en el Estado, sangrando las raquíticas finanzas públicas y agrediendo a los michoacanos.
Existen evidencias, en regiones como Zitácuaro, que integrantes del mando unificado vinieron a ocupar el lugar del crimen organizado en la reactivación de conductas antisociales; son ahora ellos los que secuestran, extorsionan, cobran el derecho de piso y “protegen” actividades delictivas, no sólo de delincuentes comunes, también y especialmente de criminales incrustados en el servicio público, a quienes chantajean con información que extraen de las Averiguaciones Previas Penales que consiguen en la Subprocuraduría Regional de Justicia. Corroborándose que no vinieron a procurar seguridad, ni a proteger la integridad de los michoacanos, sino ha apropiarse de nuestro dinero.
El mando municipal, cuando así le convino, usó al comandante Arturo Gómez Urrutia para lanzarlo en contra del presidente Juan Carlos Campos Ponce, con argumentos y razones de sobra; pero el propósito de Raymundo era ejercer presión y pactar la protección del alcalde a cambio de los negocios que hace con la corporación que comanda, donde tiene integrados a varios familiares directos en la nómina, algunos como aviadores, otros lucrando con el comedor y en espacios de mando, dedicados a despojar de sus pertenencias a personas alcoholizadas, que cuando son remitidas a barandilla, no se les proporciona recibo por las multas.
Los robos a casa habitación y vehículos se han incrementado, constando testimonios de personas que han llamado a seguridad pública cuando los ladrones están en su domicilio y les han colgado el teléfono o nunca llegan a auxiliarles. Es común ver vehículos particulares con personas armadas a bordo, vestidos de civil, pero que se ostentan como policías estatales, existiendo sospechas fundadas de que se trata de posibles ladrones y extorsionadores que se amparan bajo el mando unificado; además de pedir cuota diaria de 500 pesos a elementos de transito que tienen que salir a asaltar a conductores, particularmente a personas pobres del medio rural, para pagar a sus jefes el dinero que les exigen, pero no denuncian por miedo, pues los han amenazado con “perjudicar” a sus familias si “chivatean”.
POLI DELINCUENTES Y EL PROCESO ELECTORAL
Es cierto que el crimen organizado por el momento se encuentra replegado, lo que hace creer a políticos opositores al PRI que las condiciones de competencia serán diferentes al 2011, donde los levantones enmudecieron a la prensa critica y muchos votantes llegaron a las urnas con la amenaza de un cuerno de chivo en la cabeza. En esta ocasión ese trabajo sucio podrían ejecutarlo precisamente los policías mexiquenses, por ello la necesidad de que dichos delincuentes salgan de Michoacán, de lo contrario sería una elección inequitativa, con policías convertidos en mercenarios, al servicio del mejor postor. La mayoría de mandos que operan en la región y sus municipios son familiares entre sí, por lo que han tejido una poderosa red de complicidades y autoprotección; creando zozobra entre la población, que desconfía de los policías, aun cuando son originarios de nuestros pueblos, con mayor razón de sujetos que sólo han venido a dañar y una vez que se vayan, no habrá donde se les localice para reclamar su proceder.
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