La Tutoteca o el Maquiavelo mexiquense /By @gaaelico

Por Toño Aguilera

“Volviendo a la cuestión de ser amado o temido, concluyo que, como el amor depende de la voluntad de los hombres y el temer de la voluntad del príncipe, un príncipe prudente debe apoyarse en lo suyo y no en lo ajeno, pero, como he dicho, tratando siempre de evitar el odio”.

Maquiavelo.

Si la política debe ser la actividad al servicio de la polis o como se dice en los discursos actuales “al servicio del pueblo”, en México el término se ha pervertido. La política es asumida como el uso del poder, aunque en nombre del bienestar de la sociedad, una mala mezcla de Aristóteles y Maquiavelo.

En la Teoría general de la política que se armó con fragmentos de ensayos, Norberto Bobbio –quizá el filósofo de la política más importante de la segunda mitad del siglo XX– establece diferenciaciones. A partir de una lectura política de Aristóteles, establece que la política refiere a la ciudad pero con referencias a otras áreas: ciudadano, civil, público, las tres actividades que relacionan al hombre con su ciudad.

Pero la política se desvió con Maquiavelo: el uso de la política para conservar el poder, aunque haya existido de por medio la justificación de un Estado para los ciudadanos. El Príncipe derivaba en déspota.

Citemos al asesor de César Borgia:

“No tiene la polis peor enemigo que el déspota, bajo quien, en primer lugar, no puede haber leyes comunes, sino que uno gobierna teniendo en sus manos la ley”.

Por esta razón, la democracia sucumbe ante la ambición del déspota. Y ahí está el largo reinado priísta de setenta y un años para probarlo.

Si Aristóteles fue enfático en la relación de la política con la ética, Maquiavelo vino a revolucionar el ejercicio de la política al desprenderla de la calidad humana y dejarla como el ejercicio descarnado del poder. Sus consejos al príncipe de Medici fueron un catálogo de política pura. Ya no del animal político aristotélico, sino lo que el propio

Maquiavelo reconoció: el hombre como bestia:

“Hay dos formas de combatir: una con las leyes, la otra con la fuerza; la primera es propia del hombre, la segunda de las bestias… a un príncipe le es necesario usar bien la bestia y el hombre”.

El Michoacán de hoy día es la fértil tierra los experimentos políticos y de los ardides del maquiavelismo contemporáneo. No sabemos si en los cursos y talleres de capacitación que brinda el Icadep a los incipientes cuadros priístas, tengan a Maquiavelo como autor de cabecera, pero lo cierto que como ningunos, éste partido pone en práctica el pensamiento y las recetas del filósofo florentino.

Si Felipe Calderón trató de domeñar a Michoacán, su clase política y sus grupos delictivos por el uso y abuso de la fuerza, el PRI nacional optó por toda la gama de posibilidades que brinda la política y el abuso de ciertos medios de comunicación.

Los video escándalos que a lo largo del segundo semestre de éste año han impuesto la agenda política nacional, que han logrado desterrar a las autodefensas del espectro mediático, que han permitido que se justifique la política de intervención de un grupo político del gabinete federal, y han destruido la imagen y la carrera de varios políticos y ahora han asestado un grave golpe a la credibilidad de los medios de comunicación michoacanos. Más lo que se añada en los próximos días o semanas.

Pero lo perverso de este juego maquiavélico, es que el origen de los videos proviene de lo más perverso y pútrido: las grabaciones hechas por integrantes del crimen organizado mientras su jefe departía, negociaba, imponía sus condiciones o pedía consejo a varios actores de la política, del espectro mediático y empresarial del estado.

Si bien, la Tutoteca demostrado que el cabecilla de uno de los grupos criminales que operan en el estado ostentaba un poder sólo semejante al que actualmente ejerce el Comisionado Alfredo Castillo (era el cuarto gobernador, según palabras de Rodrigo Vallejo; hacía las veces de Notario Público y hasta de autoridad religiosa), también queda claro que todos los opinócratas, comentócratas y la opinión pública nacional ve el dedo y no al rey que va desnudo:

Nadie cuestiona cuáles son los objetivos de evidenciar las prácticas de la clase política, mediática y empresarial del estado, sino que todos se entretienen en el morbo de señalar con el dedo flamígero a quienes aparecen en los videos junto al profe de Arteaga.

Pero las consecuencias están a la orden del día: los michoacanos no están facultados para gobernar, por eso nombraron a un Comisionado; los michoacanos no están capacitados para informar, para eso está la prensa dócil chilanga; los michoacanos no están en condiciones de producir, para esto están los compadres empresarios mexiquenses.

Esa es la partitura de fondo de una música que se toca bajo la batuta de un Maquiavelo mexiquense que dirige la orquesta michoacana.

 Oiseau Noir

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