La transparencia se comió al ratón / By @ManuelOchoa_

Por Manuel Ochoa

Fausto Vallejo, el político que tenía un gran reconocimiento entre los michoacanos. Aquel que todos querían y estimaban. Era visto como uno de los políticos más honrados y humanistas del Estado, el único personaje al interior del PRI con el reconocimiento público suficiente para sacar de casa de gobierno al PRD. Hoy, dos años después, Fausto es considerado uno de los peores gobernadores que ha tenido Michoacán, aquel que no pudo con el paquete, el del hijo narco, el que mintió sobre su enfermedad, el que se va por la puerta trasera.

¿Qué causó todo esto? ¿Qué originó que uno de los políticos más respetados en Michoacán desaparezca para siempre de la política por la puerta trasera? La respuesta es simple: Fausto optó, en varios momentos clave de su gobierno, por la manipulación y la mentira, en vez de la transparencia y una comunicación efectiva.

Ahora, con nuevos personajes en Casa de Gobierno, la transparencia debe ser uno de los pilares de la nueva administración michoacana. Si la falta de ella derrocó a un gobernador, un gobierno basado en la misma podría generar una nueva cultura de la administración pública michoacana. Y es que el Estado necesita una nueva generación de políticos pragmáticos que transformen la realidad actual.

En Michoacán ya no hay cabida para la simulación política, para el engaño, la manipulación y la mentira. Actualmente la opinión pública michoacana se debate entre la legitimidad y la legalidad. Un claro ejemplo de ello es el caso Mireles, sobre si pesa más su legitimidad como agente de cambio social o pesa más que efectivamente quebrantó la ley y por eso debe ir a prisión. Este tipo de debates generan desequilibrio e inestabilidad en la sociedad michoacana. En la cultura e idiosincrasia michoacana aún no está claro que la ley no se puede negociar, que se debe respetar en todo momento para el correcto funcionamiento del Estado y la sociedad.

La nueva clase política michoacana debe privilegiar la eficiencia en el cumplimiento de los objetivos de gobierno por encima de intereses privados, partidarios y personales. Los “políticos grillos” deben dejar de existir en el Estado, son parte de una generación pasada, esa generación que con la salida de Fausto no debe de regresar a gobernar Michoacán jamás.

Durante el gobierno de Fausto y el de Leonel Godoy, dos entes sociales llegaron a tener mayor legitimidad que las propias instituciones del Estado, las autodefensas en el primer caso y la Familia Michoacana en el segundo. Por ello, la reconstrucción de las instituciones estatales es uno de los retos más importantes de la nueva administración. Sin lograr esto jamás se podrá recuperar el Estado de Derecho al no tener la fuerza e instrumentos necesarios para ejercerlo.

Modernizar al Estado y su ejercicio político, democratizarlo, humanizarlo, hacerlo más transparente y cercano al ciudadano; esa es mi propuesta para los nuevos servidores públicos de Michoacán.

Fausto se ha ido, atrás quedan sus mentiras sobre su enfermedad, los escándalos de su Secretario de Gobierno, las reuniones de su hijo con La Tuta, los casos de corrupción y desvío de recursos que di a conocer en anteriores columnas. El deberá pagar legalmente por la falta de respeto que tuvo con el Estado que juró defender. Pero ahora, debe comenzar una nueva etapa de trabajo que nos lleve a tener las bases que se necesitan para que todos los ciudadanos logremos tener el Michoacán que por años hemos deseado.

Quiero que esto sea un adiós a los políticos de siempre, y una bienvenida a quién se atreva a trabajar en serio por Michoacán. Los estaremos observando.

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