STAFF / Karla Calva – @KARLACALVAE
En un hecho inusual para la vida del Congreso de Michoacán, granaderos de la Secretaria de Seguridad Pública de Michoacán se enfrentaron a poco más de un centenar de manifestantes del Sindicato Único de Trabajadores de Telebachillerato de Michoacán (Suttebam) en lo que fue una batalla de dos a tres caídas -literalmente- y sin límite de tiempo, con el saldo de un granadero lesionado y siete protestantes detenidos.
Los trabajadores del Suttebam acudieron al recinto parlamentario para manifestarse en contra del cambio de la curricula de estudios así como del cambio de modelo administrativo yd e registro ante la SEP lo cual señalan como parte de una serie de medidas tendientes a desparecer progresivamente los 400 planteles de telebachillerato existentes en el estado.
Cerca del medio día se dió el primer incidente luego de que los manifestantes burlaran la seguridad legislativa e ingresaran al salón de sesiones en los momentos en que se sostenía precisamente una, ante lo cual el presidente de la mesa directiva, el diputado perredista Fidel Calderón pidió el apoyo de Seguridad Pública por lo que los granaderos arribaron para intentar expulsar a los protestantes quienes se retiraron voluntariamente pero algunos permanecieron dentro del recinto. Durante este lapso se suscitó el primer choque en la puerta principal del Poder Legislativo con saldo de un granadero lesionado con corte en ceja y tres manifestantes con algunos golpes derivados de forcejeos.
Posteriormente los granaderos trataron de encapsular a los sindicalizados por fuera del Congreso mientras que adentro uno de los protestantes accionó una extintor, lo que provocó la suspensión de la sesión parlamentaria. En tanto, los granaderos sedalojaban el Congreso a la espera de cercar a los manifestantes que continuaban dentro del edificio para detenerlos a su salida. Durante esos momentos algunos diputados del PRD trataron de mediar la situación sin conseguir mucho.
El operativo por parte de los elementos de seguridad mostró excesos y descoordinación en su accionar mientras que el diputado Calderón justificaba su petición de intervención policial argumentando que sintió que la integridad de los legisladores y la de él mismo estaba en riesgo.
En su afán de capturar a algunos integrantes del sindicato los granaderos incluso llegaron a retener a integrantes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) quienes se encontraban en el interior del Congreso certificando los hechos, toda vez que su intensión de encapsular a los manifestantes no distinguia a civiles ni legisladores, los cuáles debieron salir por la puerta de atrás.
Dos de las siete personas detenidas, mujeres de unos 27 años, fueron llevadas a la cárcel preventiva luego de ser ubicadas por las que gritaban las consignas y arengaban las manifestaciones en las cuales lanzaban gritos de lucha exigiendo respeto a sus derechos laborales.
Una serie de estiras y afloja entre granaderos y manifestantes se suscitó previó a la detención, en la cual los uniformados aprovechaban para ejercer fuerza excesiva mediante sus escudos (cosa que no hacen con manifestantes más «agresivos» como normalistas y paristas)
En tanto, los trabajadores del Suttebam emitieron mediante sus redes sociales la postura de condenar los actos del gobierno así como analizar las vías legales y gremiales para buscar la liberación de sus compañeros detenidos:
Los granaderos mostraron exceso de fuerza:
