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El Congreso del Estado estaba de bote en bote y alguna gente gritaba medio loca de la emoción a la entrada del recinto legislativo: «¡Fausto! ¡Fausto!», esto para acallar las voces de una treintena de manifestantes que querían gritar consignas contra el gobernador de Michoacán. A cada intento de gritar «¡gobierno represor!» las vivas y porras hacia el mandatario michoacano acallaban cualquier queja, y las lonas y mantas con logos de organizaciones del PRI insistían en tapar las cartuilnas de los quejosos.
Poco a poco llegaban los invitados especiales, entre ellos los candidatos derrotados por Vallejo Figueroa: Cocoa Calderón, la hermana del expresidente Felipe Calderón; y Silvano Aureoles, el abanderado del PRD. José Carlos Ramírez, secretario de la Reforma Agraria fue el representante enviado por el presidente Enrique Peña Nieto, evidenciando un extraño desdén a la administración faustista, pues se esperaba que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fuera el representante oficial.
23 aplausos para una hora de discurso y esta es la visión changoonguera de lo que fue el 1er Informe de Labores del gobernador Fausto Vallejo:
