SOFTNEWS

Amor silencioso

Por Mar Proud

Corría el año 2010…  y no, no es historia de terror. Es historia de amor. Del amor más puro que pueda existir entre dos seres humanos. El amor de una madre hacia su hijo y viceversa. Pues así, era el dicho año y conocí a mi amiga en un parque mientras yo llevaba a mis dos cachorros a jugar un rato.

Resultó que abrió la boca y escuché su acento mexicano y abrí la boca y ella escuchó el mío. Ella es de Baja, yo chilanga. Hablamos, nos reconocimos compatriotas y decidimos «on the spot» comenzar una amistad.

No nos equivocamos, hasta hoy, somos amigas, queridas, de toquecito de hombro y de llanto Magdalénico. Ella, madre de dos ahora. El primero… autista. Nada de ¡¡chan, chan, chan chaaaaan!! No, no es macabro, escabroso y siniestro.

Es por lo contrario, mágico, hermoso, tierno y humanizante. El hijo de mi amiga quien es casi de la edad de mi Frida (4.5 años) es un varón tierno, dulce, sensible y tremendamente activo. Incomprendido y etiquetado sin duda.

¿Por qué calificamos inmediatamente sin saber que pasa?

Vinieron ellos a mi casa, a una fiesta. El varón corría como cabra sin correa por todo el jardín. Rompía plantas, tiraba vasos, comía con las manos… ¿y? ¿A quién le molesta eso? Ahhh noo, los niños de cuatro años se supone que sean «educados» sigan «reglas de etiqueta» y se «comporten»… ¡por Dios! ¡Es que este nene lo único que intenta es ser feliz!
Entender lo que pasa a su alrededor y llegar a un término medio.

Su madre, por otra parte, desde que la conocí hace dos años, detectó algo en su hijo. Como una excelente madre que es, movió lo movible y lo inamovible. Consiguió médicos, terapeutas, consultores y especialistas. Al final de dos años, sus dudas se convirtieron en realidad y ese algo raro se confirmó. Pequeño es autista y no podrá ir a una escuela normal. Necesita cuidados especiales, educación especial y vida que sólo una madre podrá darle.

Si hubiese sido yo, sin duda, me hubiera entequilado hasta dos días después. Ella, con entereza, garbo y madurez, recibió y abrazó la confirmación diagnóstica.

¡Es que mi amiga es una escuela andante! Ella con todos sus problemas vive feliz, con una sonrisa en los labios. Afronta su realidad como toda una guerrera. ¿Quién soy yo para quejarme de nada ahora?

Abramos los ojos, dejémonos de tonterías. El autismo existe y hay que tratarlo. Mejor temprano que tarde. Como mi queridísima amiga hay miles. Copiemos el ejemplo e informémonos! ayudemos a nuestros hijos a salir adelante. En nuestras manos está el futuro del mundo, ¡MADRES!

Para ayuda en UK:
http://www.autism.org.uk/

Para ayuda en México:
http://www.autismomexico.com/

Botón volver arriba