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Neocanibalismo

Por SANDee

No, no discutiremos veganismo vs carnivorismo. Hoy no. Ese tema lo dejaremos para la siguiente columna, es la investigación de un periodista que el sistema odia. ¿Por qué? Porque está en contra de la crueldad hacia los animales.

Este jueves vamos al morbo, a la decadencia humana en todo su esplendor.

Seguramente en alguna película o documental viste el tema del canibalismo, que en su contexto histórico hasta se justifica: aldeas remotas, marginadas de la “civilización”, que se comen al adversario para adquirir sus fortalezas o tragarse su espíritu guerrero, de reducirlo en número, pues.

Hasta en un caso extremo como el avionazo en Los Andes, si no se comían los cadáveres, se hubieran muerto de hambre; se comprende. Pero como el caso del Caníbal de La Guerrero hace algunos años, fue espeluznante, ¿no?

Esta semana los noticieros reportaron que en Seúl, Korea del Sur (of course!) decomisaron cápsulas provenientes de China (of course!) que contenían partículas de feto, que la gente de por allá cree que tiene poderes curativos y afrodisíacos.

Esos pobres no nacidos, fueron tostados en estufas y machacados a punto de polvo para meterlos en cápsulas, según el periódico The Telegraph. Tras el decomiso de 17,450 cápsulas no se arrestó a nadie, que porque “era una cantidad pequeña y los contrabandistas no tenían intenciones de venderlas”.

Ese medio de información también dio a conocer que en el análisis del supuesto “impulsor de la estamina”, -energético, pues-, se detectaron bacterias y “otros agentes dañinos”. Claro, ¡es carne humana! Mientras tanto, las autoridades de esos países no declaran de dónde sacaron tanto feto para fabricar esas cápsulas.

La ambición llega hasta donde el complejo se lo permite. Por eso, en aquellas regiones matan todo tipo de criaturas inocentes para comérselas y tener una mejor vida sexual. Hay oferta y hay demanda.

Igual de escandaloso es el nombre de un ingrediente que se utiliza en alimentos y bebidas, -industrializadas, por supuesto-. Se trata de HEK-293 (HUMAN EMBRYONIC KIDNEY CELLS experiment 293), otra palabra clave es Senomyx, la compañía que lo produce. Te reto a que lo investigues. Salud y buen provecho.

La denuncia inicial fue de ProVida, invita a cuestionar qué pasa con los fetos que se abortan, al igual que las placentas de los que sí nacen. ¿A dónde van a parar, qué hacen con ellas, quién se beneficia de esto? Interesante y grosero.

Me recuerda a la película “Soylent green” (Cuando el destino nos alcance). Y ya  nos alcanzó.

Twitter: @SanDeeMolina 

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