SOFTNEWS

By: Itzia Ramos

ITZIA

¿Qué pasa cuando compartes tus obras con el mundo?

Billie Eilish. Si ese nombre no enciende ningún foco en sus mentes, yo la introduzco: debería empezar diciendo que es una de mis cantantes favoritos. Su estilo es difícil de explicar, tal vez porque ella misma clarifica que es su objetivo al hacer música, por lo que la clasifican como «alternativa». Un último detalle que deberían saber: tiene (casi) 17 años.

La traigo a la mesa en la columna de hoy por una entrevista que hizo ya hace un tiempo con Genius. Estaba hablando de la letra de su canción idon’twannabeyouanymore y de lo que significaba para ella, de cómo la consideraba su mejor canción. He visto el vídeo varias veces desde que se publicó, repitiendo el momento donde expresa: «A veces cuando estoy escribiendo nuevas canciones, me encuentro reescribiendola (esa canción). Es lo más honesta que he sido.»

Y, bueno, me relaciono mucho con esa frase. Si escribiera ahora mismo lo que estoy pensando, lo que en verdad quiero escribir, serán las mismas frases parafraseadas que llevo haciendo durante años. Claro, puedo crear temas aparte, aunque siempre estará esa idea que ya debería estar concluida (probablemente lo esté) y no siento ese cierre, ese verso o palabra que dice «aquí termina».

Sin embargo… ¿Qué pasaría si lo encontrara? ¿Habría algo más qué narrar que no fuera lo que llevo ya casi ocho años intentando desarrollar? ¿Mi habilidad recae en su búsqueda o en la experiencia que he ganado al tratar de encontrarla?

Según me han contado otras personas, estas son preguntas que la mayoría nos hacemos, más en nuestros lados más «creativos» (por describirlo de alguna manera) Viene, también, con esa inseguridad de nunca querer enseñarle al mundo lo que hacemos, porque tal vez publiquemos algo (a nuestro gusto) mediocre, y al día siguiente nos llegue la inspiración y escribamos una obra maestra… pero el micrófono ya no es nuestro. Pero las personas no quieren escuchar lo mismo dos veces. Pero tal vez no quieran escucharnos después de haber leído algo tan malo. Pero…

Y así, bajamos por un espiral sin final de excusas y excusas.

Hay una percepción de que el arte es fácil, un pasatiempo, la materia de mentiritas en la escuela. Algo que no te dicen cuando tomas la pluma, el pincel, cuando tocas la primera nota o bailas el primer paso, es que al entrar a este camino a largo plazo en algún momento vas a encontrarte con quien en verdad eres. Vas a estar escondido entre las letras o las notas, aunque creas estar contando algo más. Y en ese momento, vas a tener que decidir si seguir creando o no.

Estos puntos, aunque diferentes, están conectados. Porque cada quien tiene sus razones, eso que busca, pero al final nos ponemos todos estos obstáculos porque da miedo compartirle al mundo esto que es básicamente tú… aunque camuflado entre metáforas, colores o argumentos en una columna. Vaya, si tan sólo estabas aterrorizado escribiéndolo, ahora imagínate compartirlo.

«Es lo más honesta que he sido.»

Le tengo una admiración gigante a Billie y a las personas que día a día, sin seudónimo ni máscara, expresan cosas tan cercanas a su corazón a millones, decenas o aunque sea alguien que no sean ellos mismos o mismas. Sé que eso es lo que busco, ser siempre honesta, y espero algún día poder lograrlo… pues da la coincidencia que de lo que habla esta chica en esta canción, suena muy parecido a las rimas que tanto busco.

Si están interesadxs en oír la canción (se las recomiendo mucho) aquí va: https://youtu.be/3chKi532aY0

Itzia Ramos, estudiante de preparatoria. Ferviente defensora de la libertad y los tacos al pastor con piña. Escribe poesía en sus tiempos libres.

Botón volver arriba