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En los 37 años anteriores de su realización no se había visto nada igual, por lo que la edición de este 2014 se puede decir que ha sido la peor en la historia de La Procesión del Silencio de Morelia.
Ello no sólo por la lluvia que vino a cortar la solemne tradición católica anual, considerada como una de las tres procesiones más importantes en su tipo junto con las de San Luis Potosí y Taxco, Guerrero, sino por la pésima organización y la corrupción del gobierno municipal que permitió, por primera vez, puestos de venta de comida en la Plaza Melchor Ocampo, además de permitir más puestos de ambulantaje y antojitos en la plazuela de San Francisco, así, en plena Cuaresma y en medio de lo que se supone debe ser una total solemnidad religiosa en lamento por la muerte de Cristo en la cruz, el olor a bisteck, tripa y chorizo se mezclaba entre el ambiente de las parafinas y el incienso.
Otro negrito en el arroz fue la falta de respeto a la organización, pues en la zona de los portales las luces no habían sido apagadas por los comercios al arribo de las imágenes del sepulcro de Cristo y la Mater Dolorosa. No fueron pocas las señoras que tuvieron que pedir a los encargados de los establecimientos que no encendieran sus focos. Igual varios de alumbrado público se mantuvieron encendidos por lo que el duelo de la virgen María por la muerte de Jesús, no se aprecio en total oscuridad.
La procesión inició alrededor de las 8 de la noche en la Calzada Fray Antonio de San Miguel, y su recorrido estaba programado para realizarse por la avenida Madero rumbo a Catedral, pasando por la calle Morelos para dar vuelta hacia la plaza Valladolid, siguiendo por Vasco de Quiroga y llegar finalmente a Capuchinas. Pero sólo la mitad del recorrido se cumplió debido a la interperie.
Empezaron a caer las primeras gotas pero inmediato se tornó con viento y arreció la lluvia durante unos minutos; los creyentes empezaron a chiflar, mismo chiflido que sonó expresando “Apúrense que nos mojamos”, ello para que se abrieran las puertas de la Catedral e introducir las imágenes.
La tragedia estuvo a punto de ocurrir en el momento que entraba la virgen Dolorosa a Catedral. De repente la gente grito, porque quienes cargaban la imagen por un momento perdieron el equilibrio y estuvo a unos instantes de que se les cayera la Virgen. Así, ni oscuridad ni silencio total.
«Es la primera vez que tenemos registro de lluvia después de 37 procesiones en Morelia. Incluso el temblor que sucedió en la mañana y lluvia por la noche, bueno vivimos de fe y aceptamos la voluntad de Dios. Sólo lo que nos preocupa por el momento es el resguardo de las sagradas imágenes que afortunadamente están bien» compartía su pesar a los reporteros Guillermo Rodríguez Cruz, presidente de la asociación civil Tradiciones Michoacanas, corresponsable de la organización de la procesión del silencio.
«La única tristeza que tenemos es que se interrumpe la solemnidad del recorrido de la procesión, pues fue algo raro, no esperábamos la lluvia, sin embargo para la próxima procesión tomaremos en cuenta la probabilidad de que llueva, aunque sea atípico porque es primavera.» manifestó Rodríguez Cruz.
El arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda dió el pésame a la Virgen Dolorosa: «Sola, triste y afligida estaba la madre querida de tantos tormentos llena, cuando triste contemplaba y dolorosa mirada del hijo amado, y cual hombre no llorar si a la madre contemplara de Cristo en santo dolor, quien no se entristeciera madre piadosa».
La única manera en que podemos acompañar a la Virgen es arrepintiéndonos, dijo el prelado, y agregó «abriendo nuestro corazón al perdón y a la misericordia, buscando que la sangre de su hijo nos salve de nuestra maldad».
Suárez Inda pidió a la Dolorosa «no te apartes del lecho de los enfermos, no te olvides de los reclusos de las cárceles, no abandones a los que han caído en las redes del narcotráfico y la prostitución».
