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Fue el último pase de lista del comandante Noé Medina Martínez, se hacían hilo las lágrimas al escucharlo y decir al mismo tiempo a todos sus compañeros: ¡Presente!
Fue un: «Hasta pronto comandante», un hombre «todo terreno» que trabajó al servicio de los ciudadanos en los tiempos difíciles y en los tiempos más difíciles de Michoacán. Siempre humilde, honesto y sincero, como su querida familia.
Se rompía el alma en hacer lo que más le gustaba, el trabajo policial. Fue sumamente doloroso ver el sufrimiento de su familia. Noé demostró hasta el último momento que lo más importante para él, aparte de seres queridos y amigos, era servir al prójimo.
Sus compañeros lo homenajearon la mañana de este jueves en el hangar de la Procuraduría de Michoacán, institución que fue su segundo hogar, pues pasaba más tiempo ahí que en su propia casa, siempre en el trabajo.
Originario de Nueva Italia, municipio de Múgica, el buen Noé ingresó a la dependencia estatal el 1 de junio de 1988 y en 2001 ascendió a primer comandante de la Policía Ministerial.
El miércoles pasado sufrió un paro cardíaco en cumplimiento de su deber, padecía diabetes, había perseguido a dos ladrones, los alcanzó, pero en ese instante ocurrió todo, los malandrines escaparon, la ambulancia demoró demasiado y los compañeros del comandante decidieron trasladarlo ellos mismos a que recibiera atención médica, ya en el hospital Noé falleció, estaba próximo a su retiro.
