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Según la versión oficial que esta tarde ha emitido la Procuraduría Estatal de Justicia de Michoacán, a Erika Kassandra la asesinó su padrastro pero no la desolló ni la mutiló, sino fue la fauna del lugar donde fue abandonada quien dejó su cadáver en las condiciones lamentables en la que fue encontrada el pasado sábado 6 de diciembre a la entrada de la comunidad de Las Cocinas sobre la carretera Los Reyes – Uruapan.
En conferencia de prensa el procurador José Martín Godoy dio parte de los hechos aseverando que Erika Kassandra había sido ultrajada a los 15 años por su padrastro, identificado como Daniel Mendieta Sáinz, situación que incluso lo compartió con cinco ex novios; sin embargo el día que la asesinó no hubo abusos sexuales como el propio procurador lo había informado en días pasados, contradiciendo de momento.
El titular de la PGJE informó que el día del asesinato de Erika, ella nunca salió de su casa ni tampoco se trasladó a cuidar niños como lo refirieron sus familiares en primera instancia.
Según la Procuraduría michoacana, su asesinato se derivó de una discusión familiar cuando ambos se quedaron solos en la casa. Kassandra recién salió de bañarse cuando su padrastro le cuestionó el por qué no se había ido a trabajar, siendo que la chica le respondió de mala manera lo que desató el enojo del presunto asesino.
Los hechos habrían ocurrido el 3 de diciembre, el mismo día que fue reportada como desaparecida a las 5pm. Erika forcejó con su padrastro quien comenzó a golpearla, se le sentó en su abdomen, y con las piernas le sujeto del cuerpo para que nos se safara, mientras con sus manos la ahorcó hasta matarla por asfixia.
Acto seguido se quedó sentado junto al cadáver por más de 30 minutos tras lo cual tomó el taxi que está a nombre de la madre de Kassandra, se dirigió a la carretera a Angahúan, y a la altura de Las Cocinas tiró el cuerpo. Regresó a la vivienda, se dio un baño y actuó «como si nada hubiera pasado», afirman, para que tras la llegada de la esposa, comenzaran a repartir volantes para localizarla, por lo que el padrastro estuvo en todo momento enterado de las investigaciones para evitar que sospecharan de él.
La Procuraduría también refiere que la madre desconocía del caso y que Daniel Mendieta fingió no saber nada y se mantuvo siempre dispuesto a cooperar en las indagatorias.
Durante las pesquizas judiciales el procurador Godoy dijo que les llamó la atención que nadie había visto a la enfermera salir de su casa ni trasladarse a algún lugar pues por su vestimenta no era fácil pasar desapercibida.
El asesino terminó por ser descubierto luego de que al paso de los días evidenció nerviosismo hasta que al interior de la vivienda, las autoridades encontraron el bolso de mano de Kassandra, dentro de él las llaves de su casa, por lo que comenzaron a sospechar, y al investigar, encontraron en un calzado de Daniel Mendieta, «una espina», la cual coincidía con el lugar donde fue encontrada la joven. Tras ser interrogado, el padrastro terminó declarando el crimen. Sin embargo tras el cuestionamiento de los medios, el procurador aseveró que el padrastro asfixió a Kassandra hasta matarla, sin embargo las condiciones en las que fueron encontrados sus restos, fueron ocasionados por «la fauna del lugar».
