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Gran polémica y debate nacional se ha convertido la noticia derivada de la recomendación 3VG/2015 emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) la cual reveló información de la ejecución judicial cometida por elementos de la Policía Federal en Apatzingán el pasado 6 de enero de 2015.
El término “Apatzingán” es tendencia nacional en Twitter luego de que durante 11 meses, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán sostuvo que las muertes obedecieron a un enfrentamiento de civiles armados con Policías Federales, no obstante, la recomendación del Organismo Nacional evidenció que al menos una persona fue ejecutada extrajudicialmente y que hubo exceso en el uso de la fuerza que derivó en la privación de la vida de otras cinco.
Tuiteros, políticos, analistas y ciudadanos en general debaten el papel ejercido por las fuerzas armadas tras exponen por parte de la CNDH la ejecución extrajudicial de una persona tripulante de la camioneta Acadia negra.
El dictamen de la Comisión se derivó de entrevistas sostenidas con testigos y dos sobrevivientes de los hechos, fueron coincidentes al señalar que dicha persona no portaba armas y quienes dispararon fueron los policías federales, aun cuando el occiso gritó que no se encontraba armado y alzó las manos en señal de rendición. La fe del levantamiento del cadáver se precisó que no portaba arma alguna, ni que hubiera algún cerca del cadáver.
Por cierto, el cuerpo de la víctima presentó 14 heridas de proyectil de arma de fuego, dos de las cuales fueron producidas cuando se encontraba sobre el piso y su victimario por delante de este y de pie, siendo el caso que la herida que lo privo de la vida tuvo un orificio de entrada en la mejilla izquierda y con salida y la región frontal de la cabeza.
Así, se concluyó que agentes de la Policía Federal accionaron sus armas de fuego en contra de una persona que resguardaba en el interior de un restaurante. No se contó con evidencia alguna que requiera que dicha persona estuviera armada y hubiera participado en el enfrentamiento.
El análisis de las fotografías proporcionadas por la procuraduría de Michoacán del lugar de los hechos se advirtió que en el área «pericircundante íntima» a los cuatro cuerpos, únicamente se observaron palos y no armas de fuego cortas o largas, lo que permite considerar que los occisos encontraban desarmados.
