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Las matemáticas del cardenal// By Luis Fabián Fuentes Cortés

editoriales

Nací en Zamora el primero de enero de 1982. Diría que soy el típico capricornio, pero no creo en tonterías. Mi vida académica me ha llevado a varias partes del país: Guadalajara, Querétaro, la Ciudad de México, Guanajuato, Salamanca y Morelia. Estudié Ingeniería en Industrias Alimentarias en el Tecnológico de Zamora, la maestría en Ingeniería Mecánica en la UMSNH, institución donde actualmente estudio el doctorado en Ingeniería Química. Profesionalmente, he sido consultor de algunas empresas y docente. Estoy casado con la ciencia y la tecnología, pero me gusta ser infiel y a veces me escapo y le pongo el cuerno con la música, la poesía y la Filosofía. En ocasiones he sido activista político, cuando la causa me convence, afortunadamente mi disciplina y ética no me da para pertenecer a ningún partido político.
Nací en Zamora el primero de enero de 1982. Diría que soy el típico capricornio, pero no creo en tonterías. Mi vida académica me ha llevado a varias partes del país: Guadalajara, Querétaro, la Ciudad de México, Guanajuato, Salamanca y Morelia. Estudié Ingeniería en Industrias Alimentarias en el Tecnológico de Zamora, la maestría en Ingeniería Mecánica en la UMSNH, institución donde actualmente estudio el doctorado en Ingeniería Química. Profesionalmente, he sido consultor de algunas empresas y docente. Estoy casado con la ciencia y la tecnología, pero me gusta ser infiel y a veces me escapo y le pongo el cuerno con la música, la poesía y la Filosofía. En ocasiones he sido activista político, cuando la causa me convence, afortunadamente mi disciplina y ética no me da para pertenecer a ningún partido político.

Por Luis Fabián Fuentes Cortés

Durante la edad media, la iglesia católica en Europa fue una de las monarquías más poderosas, estaba por encima del poder de los reyes. En ese tiempo, participaban activamente en la legislación y el gobierno de Europa. Lamentablemente, para ellos, el exceso en el ejercicio del poder fue una de las causas políticas de la Reforma protestante, lo cual terminó por traducirse en un duro golpe económico, después la ilustración les dio el golpe ideológico y los puso en la silla de los acusados, dejando en claro que no había verdades absolutas e incuestionables.

En los últimos dos siglos, las revoluciones, movimientos sociales y la luchas por derechos han terminado por socavar y hasta poner en el banquillo de los acusados a una de las instituciones y grupo más poderoso de la historia.

Es adecuado llamarla institución, ya que precisamente una de las raíces etimológicas de la palabra es statutare que está relacionado con estacionar o mantener, regular.

En pocas palabras, una institución, como la iglesia católica, está conformada para eso, para que las cosas se mantengan igual y no cambien. De ahí que en la tradición conservadora sea la institución por excelencia. Por esa razón, quien habla de cambiar el sistema, o incluso de hacer la revolución a través de las instituciones o es ingenuo o es PRI’sta.

Otra institución que también sirve para mantener el sistema es la familia tradicional. Como bien dice Suárez Inda, nuestro glorioso cardenal, las instituciones se entre tejen, es decir se sostienen unas a otras para no dejarse caer. Lo cual para ellos sigue siendo conveniente para mantener sus vilipendiados nichos de poder.

La familia tradicional, no natural como lo ha mencionado Suárez Inda, dentro de nuestra cultura, es monogama y heterosexual, es decir, el matrimonio tradicional, hombre y mujer que son unidos bajo una autoridad civil, en sus mejores épocas era una autoridad religiosa. Ahora la boda religiosa solo es el pretexto para armar una fiesta con excesos poco cristianos, eso sí es importante para que la mayoría de la gente no mire feo a los contrayentes y además es fuente de ingresos para la iglesia ya que se debe hacer un poco cristiano pago a la iglesia, la cual olvida a ratos, en forma conveniente, que Jesús, su modelo a no seguir, decía: “Recibieron gratis, den gratis”.

Cuestionar las formas tradicionales, alimentadas por la educación católica conlleva reducir el nicho de poder de esta institución. Por eso a Suárez Inda le preocupa no conocer acerca de Matemáticas y decir que dos más dos son cuatro y que esto es una verdad absoluta. Se le olvida al cardenal, que las Matemáticas obedecen a una abstracción y que al momento de llevarlas a lo concreto no operan como se esperaría.

Lo digo porque precisamente es mi área de investigación: La modelación matemática. Y a nosotros nos toca explicar la realidad en términos de funciones matemáticas, las cuales generalmente nos pueden dar buenas aproximaciones, sin que necesariamente impliquen la realidad que es una suma de partes más complejas y que no puede ser reducida a un simple 2+2=4.

Un ejemplo de ello podría ser el precio del dólar, podemos considerar, en forma idealista que un dólar siempre vale eso, un dólar, pero si lo traducimos a pesos, entonces habría que pensar además en que día de la semana estamos para saber la paridad peso dólar y nos daríamos cuenta de que se puede modificar ya que el valor de una moneda obedece a un momento histórico particular.

Lo mismo pasa con la familia señor Suárez Inda, obedece a momentos históricos y a condiciones políticas determinadas, las cuales no pueden ser abordadas desde la simple abstracción. Que dos hombres cuiden de un niño no es algo nuevo en México. Acaso ¿Alguien cuestionó la película Los Reyes del Volante en la cual Viruta y Capulina, un par de amigos que vivían juntos, criaban a una niña? La respuesta es: NO. La razón es por qué en el filme no se abordaban las preferencias sexuales de ninguno de los dos, pero la realidad concreta es que ahí se mostraba una familia totalmente fuera del esquema tradicional, igual que como hoy en día, en este momento histórico particular, existen muchos tipos de familia que, desde su papel institucional, usted se niega a reconocer.

Y eso no implica que su institución esté bien o mal, simplemente cumple con su papel de mantener el status de la sociedad. Incluso, a nivel biológico existen especies en las cuales se forman parejas homosexuales para garantizar la crianza de los más pequeños mientras que los heterosexuales se encargan de la reproducción de la especie, eso podría ser una buena lección de biología para los niños de su congregación que salen a la calle alegando conocimiento científico cuando solamente saben de enchufes.

Hablando de enchufes ¿Cómo va su institución en cuanto a educación sexual se refiere?

No, señor Suárez Inda, no podemos hablar de las cosas en el abstracto sin abordar la realidad concreta y no se puede hablar de leyes buenas y malas. Su posicionamiento y el mío no recaen en lo bueno y en lo malo, sino a nuestras posiciones políticas concretas que obedecen a un período histórico… Quizá sería útil que abandonaran de una buena vez sus añoranzas por el medievo y el escolasticismo.

Recuerde que en la Biblia también esta institución, la familia cambió, se pasó de los matrimonios polígamos, como los de Abraham, David, Jacob o Job, todos considerados hombres justos, a un matrimonio monógamo… ¿O ya se le olvidó? No me haga recordar a David y Jonathan que eso no le va a gustar…

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