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La Tuitera Terrorista // By @virila2

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Por Viridiana López

Así se le conoce a @maruchibravo, quien en 2011 fue acusada por el gobierno de Veracruz de terrorismo y sabotaje, por ejercer su libertad de expresión y generar incomodidad a la administración gubernamental en turno.

Como @MaruchiBravo millones de personas han encontrado en las redes sociales un medio para expresar ideas, emociones, descontentos sociales, frustraciones, alegrías, en fin lo que deseen. Quien conoció la red de Facebook para jugar La Granja, se encontró con que “aquí se pueden poner cositas. Empecé postear noticias y me empiezan a seguir”.

Encontrarse con espacios para expresarse y que comparte con cientos de personas, le permite a ella maximizar sus ideas y pensamientos, promover el debate y la opinión pública, pero también la ubicó en la mirada de la autoridad, que en agosto de 2011 reaccionó ante los tweets publicados por la @Maruchibravo, quien fue detenida y condenada a 30 años de prisión. (Ahora en libertad luego de que la CNDH promovió una acción de inconstitucionalidad contra el estado de Veracruz, ante la SCJN).

Si bien, hay avances en el reconocimiento y respeto a la libertad de expresión en México y el mundo (excepto algunos países), el ejercicio de esta prerrogativa en los medios digitales representa en parte para los poderes legalmente constituidos y fácticos una amenaza el estatus quo.

En 2015, la organización internacional Reporteros Sin Fronteras, reportó 19 internautas muertos y 162 detenidos, en diferentes países. La amenaza a la libertad de expresión se hace desde diferentes vías, por ejemplo, la vigilancia en internet inhibe el ejercicio de la libertad de expresión y pone en peligro a cientos de blogers que utilizan la red para denunciar injusticias y visibilizar problemas que afectan a la sociedad.

Actualmente los países, discuten leyes que de forma implícita llevan restricciones a la libertad de expresión, y México no es la excepción pues la reforma a la ley de telecomunicaciones de 2014 obliga a los proveedores de servicios de telefonía móvil y otros a llevar un registro de las telecomunicaciones de las personas, y permite a las autoridades acceso a estos datos sin orden judicial. Esto puede inhibir el ejercicio de la libertad de expresión y promover la vigilancia masiva.

La comunicación individual y masiva se enfrenta a nuevos paradigmas, que fortalecen el ejercicio de la libertad de expresión, pero también la pueden inhibir y amenazar. Las redes sociales se han convertido en un importante aliado para expresarnos y contribuir a fortalecer la democracia, pero también son la mayor amenaza al estatus quo, que teme a la voz e ideas de los ciudadanos, aún cuando se trate de Estados democráticos.

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