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La ansiedad y mi fantasía: una relación destructiva // By @Siibariita

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Por Liz Gómez

Es importante explicar que la ansiedad tiene un fin adecuado en el ser humano y consiste en ser un mecanismo defensivo para los individuos ante situaciones peligrosas que generan miedo, la función principal es hacer que la persona se mueva para mantenerlo alerta y dispuesto a hacer frente a los riesgos que se avecinan de forma real, sin embargo, la ansiedad se vuelve anormal cuando el peligro no está presente inmediatamente pero en el futuro suponemos que lo estará, por ejemplo: Estar en un choque automovilístico genera miedo, pero pensar e imaginar que podríamos estar en esa situación produce ansiedad.

Muchas veces la respuesta ansiosa ante algunas situaciones es excedida e incorrecta, es decir, la ansiedad es desproporcional con la situación que se vive y a su vez se puede vivenciar la ansiedad en ausencia de cualquier peligro tangible o real. Lo que sucede es que la persona se inmoviliza sintiéndose indefenso y vulnerable, lo anterior produce un decaimiento en el funcionamiento normal en el área social y física del sujeto. Por lo tanto, se puede inferir que cuando la ansiedad aparece en situaciones inadecuadas, con una intensidad desmedida y permanente, e incluso afecta en las actividades de la vida diaria del individuo, ya existe la posibilidad de considerar los síntomas como parte de un trastorno de ansiedad.

De ahí llegan muchos de los conflictos donde las personas tienen malestares incongruentes o irracionales, una forma muy tangible de ponerlo es cuando se sale de noche y los papás están llamando y presentan insomnio, en muchos casos es un síntoma de ansiedad por imaginarse las consecuencias o escenarios negativos en que pudieran involucrarse sus hijos, otra manera de ejemplificar es cuando la pareja se ausenta y la fantasía junto con la imaginación se hacen presentes creando escenarios negativos de lo que podría estar haciendo, evidentemente los casos anteriores terminan en una situación caótica llena de discusión y frustración a causa de una situación muchas veces irreal y fantasiosa.

Algunos de los síntomas presentes cuando hay ansiedad son temblores, respiraciones profundas, preocupación, temor, inseguridad, dolor de cabeza, tensión en los músculos, dolor estomacal, sensación de vacío e insomnio. Cabe destacar que el pensamiento tiene una función principal en el desarrollo de la ansiedad ya que a través de él los procesos psicológicos como la imaginación, la creatividad, la fantasía y la voluntad se activan, y a su vez se activa la preocupación frecuente, irritabilidad, agotamiento y dificultad para concentrarse, estos se hacen parte del día a día saboteando así los logros y desarrollo normal del individuo.

Cuando se vive la ansiedad desafortunadamente atrae una sensación de castigo ya que muchas veces el sujeto asume que es su responsabilidad y no las delega de manera adecuada, aparece una falta de recompensa ya que demerita sus logros y capacidades, con frecuencia esto se conecta con inseguridades y actitudes autocriticas, sin duda, lo anterior lleva a una autoagresión y autodestrucción. La ansiedad entonces, será el resultado a una pérdida de alguna persona o un objeto, dejar de obtener un beneficio, en especial si se considera que se ha luchado para obtenerlo, lo anterior implica una falta de reconocimiento.

Todos los escenarios que provocan ansiedad generan miedo, sin embargo, durante el episodio de ansiedad si se trata de controlar se desencadenará mayor temor, es decir, en ese caso “el control lleva al descontrol”. Por el contrario, es necesario generar un pensamiento lógico y congruente para comprender el malestar e intentar responder a preguntas clave como ¿En qué momento me empecé a sentir ansioso/a? ¿Qué escenarios me estoy imaginando? ¿Qué pensamientos me generan esos escenarios? ¿Por qué eso me genera ansiedad? ¿Cómo me contesto a mí mismo cuando eso me genera ansiedad? ¿Es real o me estoy imaginando ese miedo? ¿Qué necesito ajustar en mi vida para detener la ansiedad? ¿Depende de mí o de otra persona el control/manejo de la situación que me preocupa? Esto con el fin de relajar el pensamiento, dar parcialmente tranquilidad y lógica al sujeto, posteriormente se puede detonar un análisis profundo a través de las respuestas que la persona desarrolle.

No olvidemos que la ansiedad es una tormenta de miedo que desata en la mente y sí seguimos contaminando con fantasías e incongruencias, se convertirá en un huracán que remolcará y doblegará al pensamiento del sujeto en justificaciones absurdas, dejándolo vulnerable e indefenso psíquicamente. Aprendamos a cuidarnos desde adentro, es decir, de nosotros para nosotros, a hacer consciente el cuidado que merecemos y a su vez buscarlo en personas y situaciones adecuadas.

Nos vemos pronto con más palabras democráticas para el placer y la conciencia.

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