Relaciones tóxicas
En todos lados hay gente con la que sucede una de dos: Cuando llegan, el lugar se ilumina. O bien, cuando se van el lugar se ilumina… ¿Te ha pasado? Yo creo que sí.
Esas personas, especialistas en chupar además de energía, tiempo, dinero y hasta la luz, son los condenados bicharajos a quienes con desprecio llamo «Piltrafus Culerus «. Tienen una apariencia amigable, incluso agradable, pero resultan ser más malos que la carne de puerco y tan tóxicos como el veneno, porque eso son, puro veneno disfrazado de gente amistosa.
Con los «Piltrafus Culerus», si te descuidas, ya valiste queso. Dan el zarpazo y lo peor de todo es que luego ni cuenta te das. Los hay de varios tipos, pero su característica en común es que son abusivos, manipuladores y generalmente navegan con bandera de tontos, o sea, que si alguien sale lastimado, no fue su culpa (obvio, nos la endilgan), lo hicieron «sin querer» o simplemente fingen demencia. Ah, y siempre, siempre son víctimas.
Aquí te van algunos tipos de «Piltrafus Culerus» más comunes para que los identifiques y no caigas en sus sucias manos:
«Piltrafus Culerus Codolius» o PCC. Son miserables, asquerosamente codos y gorrones, es punto menos que imposible poder cortar una flor de su jardín. Son aquellos especímenes a los que siempre se les olvida la cartera o la bolsa cuando salen, o cuando se trata de juntar la cooperacha para la pizza se ponen a «hablar» por teléfono; también le corren al baño a la hora de la cuenta en el bar, antro o el restaurant. ¿Para qué salir con dinero, si ahí están los demás para financiar sus diversiones? Tengo una amiga que cada vez que salía con su «amiga del alma» (una perfecta PCC), siempre salía bailada. Cuando se levantaba al baño, la PCC sacaba el monedero de mi amiga (el cual dejaba en su bolsa) para pagar la cuenta… El colmo de los PCC.
«Piltrafus Culerus Berrinchudus» o PCB. Los reyes y las reinas del drama. Tienen una sed de atención que los supera y de todo arman unos «panchos» de nervios. Si son amig@s y no les pasaste la tarea, no les diste chance de copiar tu examen, o cualquier cosa que no hayan conseguido, hacen un berrinche marca no-manches con tal de conseguir lo que quieren. Si son novi@s… ya te imaginarás, hasta dan ganas de que se abra un agujero y l@s escupan en China.
«Piltrafus Culerus Ojetus» o PCO. Esta es la categoría más amplia, aquí podemos encontrar PC con muchos matices: los que te ponen en evidencia delante de los demás; también entran aquellos que te piden tus cosas y no te las devuelven o lo hacen en mal estado, por ejemplo, ese libro que amas, te lo entregan manchado o despastado, tu coche rayado, ese trapo que adoras agujerado. No olvides a esos que se la pasan prometiendo cosas que nunca van a cumplir, los que te traen en un pedestal cuando necesitan de ti y cuando no, te mandan por un tubo y ni se acuerdan de ti. Quienes roban tus méritos y se los adjudican faroleando con ellos, quienes te bajan a l@s pretendientes, quienes dicen que estarán contigo y cuando pasa algo que te agüita, huyen despavoridos…
Me he topado con muchas clases de PCs a lo largo de mi vida y en varias ocasiones ignoré a mi voz interior, en su momento las consecuencias fueron devastadoras. Puedo pasar horas y horas enumerando todas las variantes de PC, sin embargo, son totalmente identificables; enseguida sientes cuando algo no está bien, hazle caso a esa vocecita que te dice «¡¡no le hagas caaasoooo!!» y corre, corre lejos. Cuando te topas con alguno y ya estás más que involucrad@, también ¡¡correeee!! Créeme, tu paz mental no tiene precio.
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