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Lunes de parbulitos

Por Ann

Era lunes por la mañana, me levanté con ánimo de cantar: “Tooodas las mañanas entra por mi ventana el señor Soooool…” Salí con Chabela (mi perro) a estirar las paturrias  pero ahí vamos las dos, corre y corre; Chabela  se quería regresar porque, entre la flojera, el frío y las locura que se avecina al lado, es mejor guardarse en la casa hasta el  medio día.

Hay un jardín de niños  muy cerca de mi casa y todos los días en la mañana es un (no hay mejores palabras para describirlo) auténtico desmadre. Llegan las maestras (que parecen pericos sueltos que tenían el pico amarrado) medio histéricas porque incluso hasta les gritan a los chamacos, algunos papás aún vistiendo a los niños en el camino, no no no, todo un show.

Aaaaah, pero la mejor parte se la lleva la directora del plantel, uhh yuyuyuuyy; el horario de clase es de 9 am a 12 pm. Pues la señora directora llega justo a las 9 am, pero le mete la chancla completita al acelerador desde 3 cuadras antes. Parece que a lo lejos viene Cruela DeVil con los ojos desorbitados y las venas saltadas… La neta, tienen que ver para creer.

¿Creen qu ahí se acabó todo? ¡¡Jajajajaaaaaaaaaaaa!!,  ¡pues neeel! Sigue el tradicional acto cívico, con honores a la bandera y todo el show. Se escuchan en toda la  cuadra los graznidos de la directora masacrando al Himno Nacional, callando y regañando en el micrófono a los chamacos latosos, bien bonito.

Se acaban los honores a la Bandera como a las 9:45 am (es que dan diez minutos de tolerancia) y ¡fuuuum! Salen las maestras corre y corre, pareciera que traen carbón en los pies, pero no, es que van con Doña Bety por su tamal con atole. ¡Ni modo de iniciar la clase con la panza vacía! En ese ínter, los chamacos andan como ovejas desbalagadas en el patio.

Luego viene la clase de educación física como a eso de las 10:30; la neta del planeta, es el maestro que mejor doma a las fieras porque los tiene corre y corre como loquitos por todo el patio levantando pelotas de colores.

Después viene lo que más les gusta a los niños (y a las maestras): el recreo. Salen los chamacos a comer su lunch, y las maestras a ver los catálogos de Avon y de los zapatos y la ropa que anuncia Ninel Conde, ah, y a empujarse unas quecas… Tocan el timbre de regreso al salón y pues, son muchos catálogos y poco el tiempo para verlos todos, por eso se quedan otro rato más a hojearlos y a levantar pedido.

Transcurren quince minutos más y la chicharra vuelve a sonar para anunciar la salida. ¿Qué? ¿Tan rápido? Haciendo cuentas, ¿cuánto tiempo efectivo de clases tuvieron los chiquillos éstos? Una hora con quince minutos, ¡en serio! El que más se la rifó fue el de educación física.  Órale, va, fue lunes con acto cívico, pero no manchen, los tamales, las quecas y los catálogos son de todos los días.

Es un griterío medio estresante, pero no son los niños, son las maestras y sus cotorradas mientras pierden el tiempo haciéndose guajes encargando churcherías. ¿Será hasta que llegue alguien a ponerles una espantosa equis cuando entiendan y hagan su chamba? Nel, igual y hasta lo invitan unos tamalitos pa convencer que la panza y la carrocería, son primero que el contenido de la testa.

Twitter: @ann_hiellow

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