Hoy Hace 1 Semana Asesinaron A Erika Kassandra: 10 Cosas Que Deben Saberse // By @ellycastillo
Erika Kassandra Bravo Caro fue brutalmente asesinada exactamente hoy, hace una semana. Ello si creemos en las palabras del procurador estatal Martín Godoy quien en entrevista radiofónica le detalló al periodista Julio Hernández Granados que el sábado 6 de diciembre fue cuando se encontró su cuerpo, pero que de acuerdo a la información de los peritos, al menos habían pasado 17 horas de su muerte, por lo que se calcula que el cadáver fue tirado en la noche del viernes en la entrada a la comunidad de Las Cocinas, en las afueras de Uruapan, sobre la carretera a Los Reyes, sin intención de ocultarlo ni mucho menos, para que su localización no fuera tardada.
Por alguna razón que parecería extraña pero que en el fondo no lo es tanto, ni la sociedad michoacana a gran escala, ni una mayoría de los medios de comunicación locales, ni muchísimo menos el gobierno michoacano y las autoridades federales que de facto están instaladas en estas tierras, han querido tomar la debida atención al terrible y monstruoso homicidio de la joven y linda enfermera de 19 años de edad, de ojos vivarachos de un profundo marrón que delataban tremenda inocencia, acompañados de una amplia sonrisa que armonizaban con su rostro recién salido de la adolescencia.
Afortunadamente, a base de presión en las redes sociales, de manifestaciones de apoyo de otras partes del país, de expresiones de dolor muy íntimo reveladas por sus parientes y amigos, de una movilización considerada histórica por muchos en Uruapan, las autoridades entendieron que sus declaraciones – y no el asesinato de una dulce chica de 19 años- son las que están aisladas de la realidad; y los medios nacionales de a poco han volteado para darle la atención periodística que Erika Kassandra se merece, ni más ni menos que la misma a cada uno de los 43 normalistas que también fallecieron injustamente en circunstancias horribles, inhumanas.
Ante ello, y en parte por lo antes expuesto, derivado además de una GRAN insensibilidad y una inaudita torpeza de parte de las autoridades estatales, he querido compartir 10 puntos que considero debe conocer la opinión pública a mi alcance sobre el asesinato de una chavita, una niña cuyo máximo defecto en este mundo fue haber sido bella y atractiva, inalcanzable a los ojos de su bestial asesino quien buscó venganza por un simple y vil desdén, que es a donde apunta la principal línea de investigación. Una especie de “Sino eres mía, de nadie”.
Estos 10 puntos están dedicados a aquellas personas que se han pronunciado por Erika, y que como yo, han estado al pendiente del caso y su desarrollo, que claman justicia porque comprenden perfectamente que Kassandra no debió morir, porque aunque nunca la hayamos conocido, la sentimos cercana, con sólo ver sus fotos y conocer su historia, sabemos que ella pudo haber sido nuestra hija, nuestra hermana, nuestra amiga, nuestra vecina. Y nadie nos puede garantizar que una de ellas sea la siguiente. No en México. Mucho menos en Michoacán.
Derivado de tantas dudas emergidas, propiciados principalmente por los vacíos de información que deberían llenar eso que llamamos “las autoridades”, considero que esta información debe conocerse, para comprender el caso en su totalidad, porque culpables, no sólo hay uno.
Pero también tienen dedicatoria para quienes leerán por morbo, para quienes atenderán este texto por nada más ver el “ahora que se dice”, para aquellos que se han quedado indolentes, indiferentes pensando “no la conocía, a mí qué me interesa, tengo cosas mejores que hacer”, porque son quienes revalidan esa frase de “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”.
Los siguientes 10 puntos emanan de los informes oficiales y las declaraciones que ha emitido el procurador Martín Godoy, así como de un ejercicio reporteril que abarca testimonio de fuentes de seguridad implicadas en el caso y con las que he platicado, de diversos niveles y dependencias, contrastando datos con las versiones oficiales.
Esto es pues, no más, no menos que el resultado de buscar respuestas, explicaciones y sobre todo, culpables, los responsables que terminaron con la existencia de una niña que comenzaba a ser mujer, enamorada de la vida, apasionada por su trabajo, ilusionada por el destino, que sin saberlo, le sería cruel y despiadado. Como a pocas. ¿ Y todo por qué?
10 PUNTOS:
1–Erika Kassandra sufrió, y mucho antes de morir. Si la imagen de su cadáver es de por sí inhumana, consideremos entonces los instantes, los minutos previos a su monstruoso asesinato, a manos de un psicópata, y no un sociópata, según han establecido los primeros perfiles criminales acordes a las formas estudiadas del crimen.
2.-Kassandra fue torturada en vida, tal vez por horas y horas. Y mientras eso sucedía ninguna autoridad la buscaba, ni hacia lo mínimo por salvarla de su fatal destino. Al menos de la tarde del miércoles 3 cuando fue secuestrada, hasta la noche del viernes 5, horario que los peritos de la Procu michoacana han dictaminado como de rigor mortis, no sabemos exactamente qué tipo de cosas debió sufrir, e imaginarlo ni siquiera alcanza. La Procu claro, se deslinda diciendo que oficialmente no les avisaron hasta dos días después de su desaparición, aunque las autoridades municipales tenían conocimiento. Nadie activó un protocolo oficial, más allá del boca en boca ciudadano y en redes sociales.
3.-Kassandra fue violada, viva y luego muerta. Un seno mutilado. Y de remate, su cuerpo echado a perros. Previamente su cara le fue arrancada navajazo por navajazo.
4.- Si Kassandra no hubiera muerto de forma tan terrible… tal vez de una “simple” puñalada, de un balazo, su asesinato hubiera sido uno más que se suma a los 124 homicidios de mujeres en el estado en lo que va del año, aunque la Procuraduría dice que sólo ocho de ellos encuadran en feminicidios aunque sean homicidios dolosos. Los asesinatos de mujeres en Michoacán fueron de 111 en 2013 y 117 en 2012. Nadie hubiera volteado a ponerle atención, así como casi nadie habla de María Elena Mújica de 33 años, cuyo cadáver fue encontrado un día antes que el de Kassandra, calcinado en una brecha de Ziracuaretiro. María Elena, ella sí, es una más de las estadísticas, un hecho “aislado” pero por el gobierno, y nosotros, los medios de comunicación.
Particularmente para ser sincero, hasta que no vi la foto del cadáver desollado de Kasssandra no reaccioné. Para mí ella también hubiera sido una víctima más, como si el hecho de que la hubieran matado de otra forma, aunque hubiera sido menos “salvaje”, no hubiera ameritado el mismo grado de indignación. Porque al final de cuentas, mataron a alguien que no debía de morir. Que no tenía por qué ser asesinada, de la forma en la que fuera.
5.-A Kassandra también la mató el Estado. Más allá de que se compruebe o no que un integrante de la Fuerza Rural fue su asesino. El Estado también es responsable de su muerte, porque la bestia que la mató lo hizo a sabiendas -consciente o inconscientemente- que el desprecio por la vida, de parte de las autoridades aquí en Michoacán, es brutal, igual al crimen que cometió. Matar a cualquier persona -cualquiera- en Michoacán es equivalente a matar a una res, a un perro. Y si no me creen, ahí están los asesinatos sin resolver de los granadazos en Morelia, de los niños desaparecidos y luego encontrados en drenajes en Tenencia Morelos, del crudo asesinato de Sergio Gómez vocalista de K-Paz de la Sierra, las víctimas que han muerto en asaltos y secuestros diariamente (conozco personalmente de cinco casos de primera mano que fueron tema en los medios por un sólo día y después pasaron al olvido), del diputado perredista Osbaldo Esquivel, de los 33 alcaldes michoacanos asesinados en 8 años, de la ex alcaldesa valiente de Tiquicheo, María de los Santos Gorrostieta… y así la lista podría seguir y seguir y seguir. Y por cierto, Michoacán es uno de los tres estados que no ha formalizado el protocolo de Alerta AMBER con el gobierno federal, junto a Chihuahua y Guerrero, ¡vaya casualidad!
6-A las autoridades les importa un carajo la vida de los michoacanos. Ya sea de uno sólo o de los 4 millones y medio que habitan aquí. Lo demuestran todos los días cuando llamas al 066 y las patrullas y las ambulancias llegan media hora después de la urgencia -si bien te va, si es que llegan. Lo demuestran por igual el gobernador Jara quien salió diciendo que era “un hecho aislado”, hasta el otro gobernador de verdad, el comisionado federal para la “seguridad” de Michoacán, Alfredo Castillo, quien no ha sido capaz de pronunciar ¡una s-o-l-a palabra” al respecto, pero que en contraste es bien puntual, lo más, para informar cuando esta en algún concierto de talla relevante, o jugando al fútbol aquí o en el DF. Es cuando ellos propician que les hagamos la “típica pregunta” ¿Y si hubiera sido una de sus hijas la que hubiera muerto como murió Erika Kassandra?
7.–El gobierno de Michoacán le apostó a que el caso se olvidaría fácilmente: Sino es por las redes sociales el asesinato de Erika hubiera pasado desapercibido, como una estadística más. Sin embargo, literalmente las redes no han dejado morir sola a Kassandra, por el contrario, han obligado que el procurador Godoy y sobre todo el gobernador Jara, salgan con la cola entre las patas, dando explicaciones, tomándose ahora sí el tiempo de atender el caso, de responder preguntas, de mostrar tantititita humanidad, forzada y regateada, pero humanidad al fin y al cabo.
8.- Hay más indignación fuera de Michoacán que dentro. ¿Por qué? Muchos factores pueden ser el motivo, uno de ellos es que muchos hemos sido víctimas de la delincuencia de alguna u otra forma y ya no dan ganas de pensar en el prójimo. La otra, es que Michoacán, y Morelia como un epicentro de protesta local, han visto muchos muertos, muchos asesinados, en vía pública, en pleno Centro, a todas horas y en cualquier lugar… “¿una más qué más da?” Lo cierto es que estamos ante una sociedad exprimida de tanta mala noticia, de tanta tragedia, que ya se acostumbró muy malamente a la violencia, sobre todo si nos remontamos desde aquellos cinco decapitados en septiembre del 2006 en el bar Sol y Sombra, algo que por primera vez se veía en el país y hasta la fecha. Los michoacanos han visto mucho y de todo en este lapso de tiempo, que tal vez ya se insensibilizaron.
9.-No nos sorprenda: Que el día de mañana, pasado mañana, o la semana que entra de repente va aparecer el asesino de Erika aprehendido, capturado y confeso en intenso operativo efectuado por “nuestras” autoridades. Y menos nos sorprenda aún que sea una instancia federal al que se vista de héroe. En la situación político social que se vive hoy día en Michoacán, alguien puede tratar de sacarle provecho para llevar agua a su molino. Y mucho menos nos sorprenda aunque el asesino sí tenga alguna liga con el narco, como en principio lo descartó el procurador Godoy.
10.-Erika Kassandra Bravo Caro No Debió Morir. Erika no tenía nexos con la narcocultura, no era su idea de vida social, no era buchona ni mucho menos, pues como enfermera, lo suyo era ser voluntaria, enamorada de la pediatría con aspiraciones a convertirse en doctora, que vivía en una humilde colonia uruapense con calles sin pavimentar; con gustos por la trova y el rock en español, Zoé, Mago de Oz, Panda. Tampoco era exageradamente popular o presumida, tipo esas morritas que gusta de presumir su belleza en todo momento teniendo como la vanidad su principal “virtud”. No. Erika no era así. Claro que le gustaba posar para alguna selfie, linda como era, normal a su edad, pero esa no era su preocupación. De hecho, ella se brindaba para los demás. No por nada era enfermera, y amaba su vocación, con pasión. Le encantaban los bebés, anhelaba tener una familia, hijos, y se daba tiempo para disfrutar del fútbol y bromear por la frustración que le producían las Chivas, su equipo.
“Ella era una jóven muy bien portada, muy querida, muy sana, tenía visión de lo que quería hacer de su vida y pues una joven muy atractiva, muy bonita”, fue la descripción del perfil social que el procurador Godoy dió de ella…. Erika era sólo una niña maldita sea! Si ningún ser humano merece morir como a ella la mataron ¿por qué se ensañaron de esa forma con una frágil e indefensa chica? ¿Qué tipo de “humanos” podemos llegar a tener a nuestro lado?
¿Por qué a ella? ¿Por qué a ti, pequeña?
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