SOFTNEWS

Donald Trump y el discurso de la intolerancia // By @Ruy_Carreno

Soy Rodrigo Carreño, orgulloso “Terra-Calentano”, guerrerense de corazón, egresado de la Licenciatura en Derecho por la FES Acatlán de la UNAM; un tipo sencillo, apasionado por la vida; la curiosidad me hace vivir en una constante búsqueda, aprehensor de palabras y versos, amante de la poesía y de la mujer, como la obra más bella y perfecta de la creación. Mi perversidad es tan grande, que los haré diabéticos con tanta miel. En la patria de las letras, existe una revolución constante, limitar éste espacio sería atentar contra la libertad, aquí hablaremos de muchos temas poesía, arte, música, folclore, de lo cotidiano, política y de temas jurídicos de interés general; la imaginación encuentra sus límites en lo infinito.
Soy Rodrigo Carreño, orgulloso “Terra-Calentano”, guerrerense de corazón, egresado de la Licenciatura en Derecho por la FES Acatlán de la UNAM; un tipo sencillo, apasionado por la vida; la curiosidad me hace vivir en una constante búsqueda, aprehensor de palabras y versos, amante de la poesía y de la mujer, como la obra más bella y perfecta de la creación. Mi perversidad es tan grande, que los haré diabéticos con tanta miel. En la patria de las letras, existe una revolución constante, limitar éste espacio sería atentar contra la libertad, aquí hablaremos de muchos temas poesía, arte, música, folclore, de lo cotidiano, política y de temas jurídicos de interés general; la imaginación encuentra sus límites en lo infinito.

Por Ruy Carreño

“Que todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes y tienen ciertos derechos innatos, de los que, cuando entran en estado de sociedad, no pueden privar o desposeer […]”

Declaración de Derechos del Buen Pueblo de Virginia (12 de junio de 1776)

 

Bien podría apelar a la historia del pueblo estadounidense, para rebatir el discurso de odio racial y discriminación con el que Donald Trump, aspirante a la candidatura presidencial por el Partido Republicano, ha logrado posicionarse en las encuestas internas de dicho partido.

El magnate del sector inmobiliario, acapara la atención de los medios y la opinión pública (¿a caso será estratégico?), gracias al discurso entorno a su política migratoria y sus descalificaciones a la comunidad migrante en Estados Unidos. No logro entender ¿cómo una sociedad tan avanzada, como la norteamericana; esté tan cautiva en un discurso racial como el de Trump? En un país que se jacta de tener uno de los gobiernos de mayor continuidad democrática de la historia.

La expulsión de Jorge Ramos, de la rueda de prensa convocada por Trump, el pasado 25 de agosto del presente año; no sólo hace patente su intolerancia a que se le cuestione respecto al tema migratorio; sino que refleja una forma antidemocrática, autoritaria e impositiva; puesto que “la tolerancia, no es un acto individual, sino que implica —en todo momento— un diálogo: una relación de cuando menos dos sujetos” (Pazos Crocitto).

Filósofos como John Locke, conciben la tolerancia en un plano lineal —de igualdad, respeto y pluralismo— en donde encuentran cabida todo tipo de ideales y credos religiosos, y no de forma vertical —relaciones de poder, uso de la fuerza y violencia—; partiendo de esto, resulta evidente que en el discurso de Trump, prolifera un inequívoco mensaje de intolerancia, en este caso, por razones de origen étnico.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (signada y ratificada por EE. UU.), uno de los documento más representativos, por contener el ideal común de los pueblos; sienta las bases para una educación que fortalezca el respeto a los derechos humanos, favoreciendo la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos. Tal parece que el magnate norteamericano, ignora el valor de respeto y tolerancia, que enmarcan la armonía y pluralismo de todos los pueblos del planeta.

No puedo dejar de largo, el descontento y enojo que sentimos como mexicanos, ante las declaraciones de Donald Trump; sin embargo, todo aquel que se diga respetuoso de de la forma de pensar de los otros, pero no preste la mínima atención a este tipo de actos, no es tolerante; es indiferente, la tolerancia es un constante diálogo de ideas, no una contienda, con la que se busca doblegar y conquistar; por ello nadie debe ser ajeno a este hecho.

Changoonga.com no necesariamente adopta como suyos los choros publicados en ella y deja en sus respectivos autores la responsabilidad de todos los pensamientos que aquí plasman, producto de las ardillas hiperactivas que habitan en sus cabecitas. Si te gusta, ¡dale like/ rt y comparte!

¿Tienes ideas y/o algo qué decir? Manda tu texto a columnachangoonga@gmail.com

Botón volver arriba