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Deberíamos estar hablando de otras cosas (3 ejemplos)// By @indiehalda

editoriales

Oscar vive con su esposa, su biblioteca musical, su perro y su gato en el sur de la ciudad más guapachosa del hemisferio occidental.  Una extraña mezcla de hipster, Godinez, otaku y cargador de central de abastos, Oscar opina de casi todo, regularmente sólo para quejarse. A Oscar le gusta el post-rock, Haruki Murakami, los atardeceres, el Boing de tamarindo y -para su desgracia- todo lo que engorda, alcoholiza o es socialmente reprobable. Pero hey, se la pasa bastante bien. Su columna habla del acontecer económico, político, social y cultural del DF visto por un moreliano de corazón.
Oscar vive con su esposa, su biblioteca musical, su perro y su gato en el sur de la ciudad más guapachosa del hemisferio occidental. Una extraña mezcla de hipster, Godinez, otaku y cargador de central de abastos, Oscar opina de casi todo, regularmente sólo para quejarse.
A Oscar le gusta el post-rock, Haruki Murakami, los atardeceres, el Boing de tamarindo y -para su desgracia- todo lo que engorda, alcoholiza o es socialmente reprobable. Pero hey, se la pasa bastante bien. Su columna habla del acontecer económico, político, social y cultural del DF visto por un moreliano de corazón.

Por Oscar Hernández

No sólo en la alimentación. En cuanto a información, nos fascina consumir “noticias chatarra”: la muerte de una celebridad, el pleito del momento, el traspié más comentado, el video viral del día. Como comenté hace unas semanas con la muerte de Zabludovsky, hemos migrado de la noticia a la anécdota y con ello hemos perdido mucha de nuestra capacidad de análisis.

Hace unos días leía un texto de Hossein Derakhshan (el artículo en inglés lo encuentran aquí), un bloguero iraní que pasó 7 años en la cárcel por sus opiniones sobre el régimen, en el cual realiza un análisis objetivo sobre la transformación de la dinámica del internet, ocasionada en gran medida por las redes sociales.

Antes de Facebook y compañía, todo aquel que deseaba hacerse de un nombre en la web debía labrarlo a través de las ideas expresadas a través de su blog. La lectura de sus seguidores y detractores y su posterior debate constituyeron el primer modelo de comunicación en la red, acorde al objetivo inicial de diseminar el conocimiento, donde todos participaban.

Dicho modelo ha caído en desuso –además de las redes sociales- por otro factor determinante: la intrascendencia. Cambiamos los artículos por los  140 caracteres, los documentales por videos de 6 segundos, la opinión por los likes y los favs.

Kim Kardashian o Galatsia son las figuras que esculpen la opinión de millones de personas. Divertidos, glamorosos, transgresores… vacíos.

Usted, querido lector, que ha pasado leyendo las últimas semanas sobre el Chapo, la Copa de Oro o la toalla íntima de Paty Navidad, le invito a darle unos minutos de su tiempo a 3 temas que, considerando su relevancia, deberían ocupar nuestro tiempo y análisis en mayor cantidad que cualquier otra falacia:

  1. Nos estamos quedando sin agua. De acuerdo a un estudio realizado por investigadores de la NASA y la Universidad de California, 21 de los 37 depósitos acuíferos subterráneos más grandes del planeta están vaciándose a una mayor velocidad de la que se rellenan.

Ante la imposibilidad de conocer realmente los niveles de dichos depósitos, y con el impacto del crecimiento poblacional y el cambio climático, resulta imposible definir en cuánto tiempo estos depósitos podrían alcanzar su punto crítico, afectando a alrededor de 2 mil millones de personas en el transcurso de los siguientes años.

Olvídense del petróleo. Para la mitad de este siglo las grandes guerras serán por el control de los mantos acuíferos.

Exigir a las autoridades presupuesto a la investigación de técnicas de desalinización (Israel tiene avances importantes en la técnica) y verdaderas leyes de protección al agua (no al estilo Verde Ecologista) son puntos que deberían estar en la agenda de debate un día sí y el otro también.

  1. La sexta extinción. En los 600 millones de años en que la tierra ha sido habitada por especies animales ha habido 5 episodios de extinción masiva, siendo el más conocido el que diera fin a los dinosaurios y con ellos al 80% de las especies que habitaban el planeta. Y eso que apenas fue la tercera peor extinción.

Los estudios realizados por un panel de investigadores de universidades de América y Europa (entre ellas Stanford y la UNAM) indican que actualmente entre el 16 y el 33% de las especies de vertebrados se encuentras amenazadas o en peligro de extinción. Sí: puede que un tercio de todas las especies animales estén en riesgo de desaparecer. Y todo por el impacto de la presencia humana en el planeta.

En los últimos 500 años han desaparecido 322 especies vertebradas, en el periodo que muchos geólogos denominan antropoceno: la era en la que más nos hemos dejado sentir. Y a ello se suma la crítica reducción poblacional de muchas otras especies, que se encuentran a un tris de la extinción: elefantes, rinocerontes, monos, tigres y un largo triste etcétera.

No solo se trata de la desaparición de una especie, sino del golpe al ecosistema que habita, tan frágil que pudiera desatar una hecatombe a escala global. Si no me cree, investigue un poco sobre los efectos de una posible extinción de las abejas. De miedo.

  1. El punto de no retorno. Este concepto se aplica en diversas áreas para identificar un momento en el tiempo en el cual ya no es posible regresar a los valores iniciales. En el caso de ciencias atmosféricas, se ha definido que un aumento del dióxido de carbono mayor a 450 ppm (partes por millón) traería consecuencias graves e irreversibles a escala globlal.

Hoy en día las lecturas alcanzan niveles alrededor de las 400 ppm, y ya es un hecho que al año mueren alrededor de 2 millones de personas por enfermedades asociadas a la contaminación del aire, poco más de las que mata el SIDA.

En China el tema se está convirtiendo en un asunto grave de salud pública. Con 275,000 decesos registrados en 2014, se calcula que la contaminación mata a 100 de cada 100,000 habitantes. Compare con los datos de la violencia en México, que mata entre 25 y 30 personas por cada 100,000 habitantes (según datos del INEGI y el Banco Mundial).

Un país con esas estadísticas que está del otro lado del mundo pudiera no importarnos tanto, pero si consideramos que el impacto es mundial, sería hora de que pusiéramos el tema sobre la mesa con mayor seriedad.

De estos 3 temas puede usted encontrar amplia información en la web, de fuentes variadas y que confluyen todas en la misma conclusión: no les estamos dando la suficiente atención.

Sabiendo de estos y otros tantos temas importantes ¿queremos seguir debatiendo quién será el nuevo entrenador del tricolor o qué otra tontería dirá Donald Trump?

Si la respuesta es sí, entonces le estaremos dando la razón a Humberto Eco: “Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas”.

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