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Camello, ¡mis huevos!

Por Luis Bracamontes

¿Alguna vez te has puesto a pensar qué clase de persona eres?, ¿quién eres? Muy probablemente sí, yo también lo he hecho. Volveré a mencionar la temática principal de esta columna en caso de que no hayas sido bendecido con la oportunidad de leer el primer ejemplar: El propósito de esta columna es romper paradigmas, cuestionar lo que sea, replantearse todo… Deconstruirse para volverse a construir, pero ahora con consciencia.

¿Has escuchado alguna vez del legendario filósofo alemán Friedrich Nietzsche? ¿No? ¡Es brillante! Sus libros cuestionan y contradicen a prácticamente cualquier concepción de lo que es bueno y lo que es malo de los preceptos ya establecidos. Te voy a contar un poco de su relato sobre las Tres Transformaciones del Espíritu:
Nietzsche dice que al inicio, el espíritu es un camello, no cuestiona nada, sólo carga. Luego, se transforma en león, el cual «se lanza a conquistar su libertad» y lucha por romper cadenas y auto superarse. Finalmente, se convierte en niño, el punto culminante que simboliza el amor pleno por la vida (el amor fati), la inocencia, el deseo puro.

Vuelvo a hacer la pregunta, ¿qué clase de persona eres?, ¿eres un camello, un león o un niño? Los mexicanos traemos cargando siglos y siglos de carga generacional, de prejuicios, de dogmas, de idioteces y falacias que minan nuestro verdadero ser. No es malo ser un camello; el gobierno, los medios de comunicación, las empresas y la religión ocupan muchos, pero muchos camellos que ni se les ocurra chistar ante lo que se les impone.

Es fácil ser mansito, es fácil dejarte llevar, es fácil ser mediocre, es fácil hacer sólo lo necesario y nada más; es fácil ser olvidable, es fácil hacer como si no pasara nada, es fácil quedarse callado; es fácil dejarse ser aplastado, es fácil no reaccionar a una injusticia y aún más no moverse ante el miedo. Pero nuestro país se está pudriendo poco a poco, desde adentro; México ya no necesita camellos, México grita por leones, por niños… ¿tú también lo escuchas?

Si quieres saber más del relato puedes 1.- Comprar el libro de Así Habló Zaratustra o 2.- leer la maravillosa reseña del blog de una de las personas más maravillosas que conozco, @LucyLuna:
http://redbrokenmoon.blogspot.com/2012/02/tres-transformaciones-del-espiritu.html
¡Chido la banda, bellos camellos!

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